El castellano es sobrio, racional. Sabemos lo que tenemos. Pocos castellanos verás con ese sentimiento de "lo de mi tierra es lo mejor del mundo porque sí", sin conocer las cosas realmente, cosa que en los vascos, andaluces, catalanes, gallegos, valencianos... sobreabunda.
Hace poco me vendió una bota de vino uno de Valdepenas, y antes de comprársela me invitó a echar unos tragos de la suya. Sus palabras: "toma, bebe, es de mi pueblo, de Valdepenas. No tenemos el mejor vino... tampoco el peor... pero hay mucho"

mejor y más castellanamente expresado imposible.
Como contrapunto: quizás somos fríos, distantes (en comparación con el resto de peninsulares, si nos vamos de Pirineos para arriba, cambia la cosa claro)
NO somos un pueblo de iniciativas brillantes, explosivas, las cosas como son. Nuestros éxitos se consiguen siempre a largo plazo.
En cuanto a valores, en el castellano impera la justicia, por encima de otros.
Somos valientes, pero poco aventureros. Y somos muy envidiosos.
Deportes: somos buenos en deportes de fondo, de resistencia.
Del resto de la Península a los que más nos parecemos es a los aragoneses, aunque estos son algo más dinámicos, más joviales (también más brutos), las provincias de Albacete y Cuenca están más influenciadas por esa manera de ser de Aragón.
Mucho de esto viene en mi opinión, por las condiciones naturales, más que por nada histórico, somos un pueblo de interior ibérico, continental, mesetario, con unas condiciones muy similares a las de la zona de Aragón, la Navarra del Ebro (la Navarra no vascófona) algún área del interior andaluz, del interior de Valencia incluso. Y León, por supuesto, para quienes no la incluyan en Castilla. No es casualidad que sea con la gente con la que nos es más fácil entendernos.
De música y costumbres que hablen otros, que hay gente que controla mucho.
Gastronomía: recia y pastoril. Castilla es sobre todo un pueblo, en lo que se refiere a lo más "atávico", muy pastoril. Somos tierra de caminantes. Comidas: carnes, desde los típicos lechazos del norte castellano, los cochinillos, chuletones diversos, pasando por el omnipresente cocido, los platos de caza importantísimos en todo el suroeste castellano (perdiz, venado, conejo) en esa Castilla más "extremena", y también esa otra cocina un poco especial pero también muy pastoril, y rural, de Cuenca y Albacete, con esos morteruelos, zarajos (tripas de cordero), calderetas y demás..., y por supuesto siempre bien de pan, queso y vino. Eso nunca puede faltar en mesa castellana.
Otra vertiente muy "auténtica" de la cocina castellana son las legumbres y todos sus platos derivados. En cuanto a lo vegetal, somos tierra más de legumbres que de ensaladas, con esos garbanzos del cocido, las judías, judiones, las lentejas...

Esa es la cocina digamos más castellana, aunque evidentemente hay muchas otras influencias de zonas costeras ibéricas (somos una meseta pero enmedio de una Península, rodeada de zonas costeras) que tampoco hay que desechar.
El que escribe por ejemplo se considera fan absoluto del gazpacho andaluz en verano. Y no me hace menos castellano, soy perfectamente consciente de qué es la cocina castellana y cuáles sus características.

