Desaparecido el poder rojo en casi todo el mundo el riesgo disminuye. solo preocupan Corea del Norte, Irán e India-Paquistán.
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Yo diría que desaparecido el poder rojo el riesgo aumenta considerablemente. En el mundo bipolar el pánico nuclear permitió establecer el acuerdo tácito de no llegar a una confrontación nuclear que hubiese supuesto la destrucción mutua. Por tanto existían unas pautas aceptadas tacitamente y no tan tácitamente por ambas partes, el riesgo era elevado y la desconfianza mutua brutal, pero cada bloque sabía a que atenerse respecto al otro.
El mundo de los conflictos asimétricos en cambio se rige por normas variables, circunstancias diversas y varios interlocutores. Ya no existe un equilibrio nuclear que por espantoso que resultase se regía mediante relaciones y acuerdos escritos o tácitos entre dos interlocutores; existen una pléyade de armas nucleares, la bilateralidad ha sido sustituida por una compleja relación de multilateralidad y ya no existe un equilibrio que permita mantener inactivo el arsenal mundial sino múltiples balanzas cada una de las cuales se equilibra y desequilibra en relación a todas las demás y a cualquiera de ellas.
Aunque el riesgo inmediato sea aparentemente menor las posibilidades de controlar por medios diplomáticos una escalada nuclear son también menores. El mundo bipolar se exponía a la destrucción total, motivo suficiente como para que cada bloque del mundo entero pudiese regirse por miedo a la otra parte y protegerse bajo el paraguas del "equilibrio del miedo" Con las armas nucleares convertidas no ya en un factor de equilibrio entre bloques mundiales, sino entre potencias regionales el equilibrio del miedo a nivel mundial se transforma en varios equilibrios del miedo dispersos a escala regional. El riego de inmediata destrucción global desaparece en apariencia pero los equilibrios se multiplican y con ello también lo hacen las oportunidades para que uno de esos equilibrios se rompa provocando una escalada bélica nuclear a nivel mundial que acaso resultase incontrolable por medios diplomáticos.
Imaginemos a Irán e Israel apuntándose abiertamente con cabezas nucleares ¿que puede pasar sia uno de los bandos sobrepasa el límite? ¿cuales son los medios de interlocución entre ambos contendientes para marcar ese límite?. Traslada el problema a la India y Pakistán y a la India y China y después amplialo a grupos armados, guerrillas, organizaciones terroristas y por supuesto a Corea del Norte o la ex-Urss.
El mundo bipolar estableció unos límites y unos mecanismos de interlocución que aceptados por ambas partes garantizaban la seguridad nuclear mundial. Existía el riesgo y los medios para reducirlo y sobre todo, ambos bloques actuaban de acuerdo a un principio de racionalidad basado en que ante la imposibilidad de destruir al otro sin exponerse a la propia destrucción convenía a ambas partes mantener la amenaza dentro de esos límites. No es esa la situación actual: organizaciones como al-Qaeda no actuan movidas por el principio racional de autoconservación; el riesgo ya no es bipolar, sino multipolar; no existen mecanismos de interlocución aceptados por las partes y un conflicto nuclear local podría devenir mediante los juegos de alianzas y contraalianzas en una guerra global.
Carecemos de todo lo que se daba por sentado tras la crisis de los misiles en el mundo de las postguerra mundial: interlocución, reglas pactadas o tácitas; diplomacia bipolar con reglas mundiales; racionalidad basada en la autoconservación; hasta carecemos de un enemigo definido y derrotable en términos convencionales. Una teocracia me parece infinitamente más peligrosa como potencia nuclear que un estado ateo regido por principios racionales y no por creencias sobrenaturales por mucha urticaria que a algunos os provoque el comunismo. El que cree en una promesa de vida eterna puede dudar muy poco a la hora de pulsar un botón si la vida eterna se precia en vidas de infieles.

