El lince ibérico cruza la frontera de Andalucía y se dispersa por Castilla-La ManchaLópez Bravo destaca que el trabajo del Gobierno regional se centra en hacer “todo lo posible” para garantizar la presencia estable del lince ibérico y contribuir así a frenar la tendencia de las últimas décadas de disminución de sus poblaciones y evitar que este felino deje en un futuro de ser considerado el más amenazado del mundo.
Los últimos datos sobre la presencia del lince ibérico en Castilla-La Mancha son esperanzadores puesto que la especie no sólo se ha detectado en el Sur de la provincia de Ciudad Real y Albacete, sino también en otros lugares de la provincia de Toledo y Cuenca.
“Siempre hemos estado muy pendientes de la zona sur de Ciudad real y Albacete, que era la zona más próxima a la población de lince más importante de España, la de Andujar, lugar donde se están teniendo unos resultados muy positivos de cría y reintroducción de la especie, sin embargo, también hemos tenido indicios indirectos de excrementos y posibles avistamientos en otros lugares de Toledo y Cuenca”.
Los técnicos del proyecto Life Priorimancha están realizando un amplio seguimiento de estos avistamientos, con el fin de poner en marcha próximas campañas de fototrampeo que permitan “detectar esas poblaciones y conocer su estabilidad”.
Trabajo con Andalucía
En los últimos meses, reconocía López Bravo, estamos trabajando mucho con Andalucía en realizar un seguimiento de los ejemplares radiomarcados que cruzan los límites entre una y otra región, pero también, estamos trabajando en hacer un seguimiento de los ejemplares que no estando radiomarcados son avistados en algunas zona de Ciudad Real.
Los datos de entrada de ejemplares radiomarcados de Andalucía se producen “con cierta frecuencia”, explica el director general de Áreas Protegidas y Biodiversidad de la Junta de Comunidades, alguno de los cuales, se distribuyen también por el Sur de la provincia de Albacete.
Pero el movimiento de estos ejemplares radiomarcados ha permitido obtener datos muy significativos, como el hecho de que en el Sur de la provincia de Cuenca se haya detectado también la presencia de un ejemplar procedente de Andalucía.
Este dato, según López Bravo, pone de manifiesto que los individuos de la especie se mueven constantemente en busca de nuevas zonas de dispersión en las que poder asentarse.
En la provincia de Toledo, la recogida de excrementos que se mandan a analizar al Museo de Ciencias Naturales ha arrojado también datos que hacen pensar “que puede haber una población que fluctúe entre Extremadura y Toledo”.
Avistamientos
Además de los “positivos” de los excrementos, hay datos incluso de avistamientos muy concretos, lo que ha hecho que, desde el otoño hasta ahora, se haya intensificado la recogida de muestras en la mayor parte de las cuadrículas de territorio consideradas áreas críticas para el lince ibérico. Los datos, según López Bravo, “son muy fiables” y apuntan a la existencia de ejemplares moviéndose en la zona Oeste de la provincia de Toledo.
La baza más importante para que Castilla-La Mancha cuente con una población estable de lince ibérico, advierte el director general de Áreas Protegidas y Biodiversidad, es seguir manteniendo el espíritu de trabajo interterritorial que existe entre las comunidades autónomas, Portugal y el Gobierno Central.
Por ello, López Bravo apuesta por proyectos como el programa Life Priorimancha y el futuro proyecto Life Lince, que permitirán desarrollar acciones directas sobre la especie y el territorio que podría ocupar en el futuro.
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