Pero las compañías privadas que se encargan del largo recorrido no son muy distintas: está absolutamente prohibido que se sientan juntas dos personas de sexo opuesto, si no han comprado el billete juntos. "Una vez en un viaje largo le dije a un chico que se sentara a mi lado, había un sitio libre. El conductor se lo prohibió", recuerda Akar. "Es una ley no escrita.
Esto lo he vivido yo. No hace falta que el conductor les diga nada, simplemente las mujeres tienden a agruparse con las mujeres y si te sientas al lado de una desconocida, ésta se incomoda y se cambia de asiento.