A dios lo que es de dios y al pueblo lo que es del pueblo, y en este caso es del pueblo. Los feligreses han llegado a denunciar a esos seres candorosos por gracia divina por esta tropelía. Esto da mucho que pensar, y el sentir popular es que la tierra es del pueblo y de dios (de dios, DIOS, no de sus representantes). Un bien comunal es siempre del pueblo, es esa privatización lo que está matando el campo, sea de un terrateniente o de un obispo, que, como se dice en mi pueblo, pal caso patatas.
Las autoridades laicas en este caso no han callado, han echado huevos, huevos que nos harían muchísima falta.

