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http://www.heraldodesoria.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.90246/relcategoria.300/regini.10Denuncia al Sacyl tras denegarle un logopeda para su hijo
El menor sufre una enfermedad congénita y sus médicos aconsejan este especialista
Tras 18 meses solicitando el profesional sin respuesta, ha denunciando ante el juez. Alegan que su 'déficit' no es recuperable, pero su logopeda particular asegura que sí
Es la lucha contra ‘Goliat’ o la batalla del pequeño contra el grande, además con la fría e impersonal normativa en contra. No obstante, una madre soriana no se achica y ha llegado hasta el final, hasta los tribunales, para reclamar al Sacyl (Sanidad de Castilla y León) lo que considera justo: un servicio de logopeda para su hijo, quien padece una enfermedad congénita que le ocasiona cierto retardo en su desarrollo (sobre todo en las áreas motora, de coordinación, equilibrio y lenguaje).
Su denuncia contra el Sacyl quedó ayer vista para sentencia en los juzgados sorianos y ahora espera la resolución del juez, la «última instancia» que asegura le queda por ‘tocar’ para que la sanidad pública le posibilite el acceso a un servicio al que ahora acude por la vía privada.
Lleva «18 meses» presentando escritos e informes médicos ante la Inspección sanitaria soriana y la Gerencia Provincial de Salud. Aunque todos los documentos aconsejan el especialista para el menor, la sanidad pública le ha denegado en reiteradas ocasiones el servicio al entender que «no procede la autorización de la prestación solicitada» puesto que ésta «no se halla incluida en el Anexo III del Real Decreto de 2006 referente a la Cartera de Servicios Comunes de Atención Especializada».
El asunto ha llegado también al Procurador del Común, que ha instado a la Junta a recapacitar en su decisión. A pesar de la ‘invitación’ del órgano oficial regional, tampoco ha dado resultado.
La historia comienza hace siete años y medio. «Durante el embarazo, me detectaron que mi hijo tenía una enfermedad congénita llamada agenesia del cuerpo calloso.
El Sacyl lo derivó a Zaragoza puesto que aquí no había neuropediatría infantil, y desde entonces lo han tratado allí», inicia el relato de los hechos la afectada, que prefiere guardar el anonimato. «Le hacen los controles pertinentes y le surge también hipotiroidismo, por lo que tiene que estar relacionado con otros especialistas (neurocirugía).
También le surgen problemas en los oídos, por lo que lo derivan al Otorrinolaringólogo», añade. «Los neurólogos me dicen que por ser una enfermedad ‘rara’ lo tienen que llevar en el centro base de atención temprana de Soria, y allí tiene fisioterapeuta, estimulación y logopeda hasta los tres años», relata.
Todo cambia cuando «lo escolarizan y el servicio de logopeda desaparece porque, según Sacyl, en el colegio hay un profesor de audición y lenguaje que atiende las necesidades de la enfermedad de mi hijo».
Sin embargo, la realidad es bien distinta, y el profesor que le atiende en el centro escolar no cubre las necesidad que el menor precisa: «Mi hijo no es que pronuncie mal, no diga bien una letra o tenga problemas de audición; tiene una lesión y tiene un retraso que le hace necesitar un logopeda».
Ante esta situación, la denunciante acude a la sanidad pública y reclama los servicios de un especialista. «Como no tienen logopeda, me dicen que pida los informes a sus médicos y que me lo podrán dar subvencionado a través de un concierto que tiene Sacyl con un centro privado».
Acude al neurólogo del niño a Zaragoza, que le entrega un informe donde aconseja los servicios de un logopeda para mejorar su capacidad de comunicación, y con ese documento se dirige a la Inspección de Sacyl para solicitar la prestación sanitaria al menor.
«De palabra me dicen que no porque ya tiene un logopeda en el colegio; por lo que pido otro informe del otorrino, que aconseja también el especialista. Vuelvo con él a la Inspección, pero me vuelve a decir otra vez que no», rememora indignada.
Su ‘lucha’ no acaba aquí y, «cuando empieza el niño el colegio, me dan un informe del centro en el que reconocen que el profesor de audición y lenguaje no es un logopeda. Lo presento –ya por escrito– y otra vez me lo deniegan, porque dicen que no tengo derecho».
Tras «recursos varios» y plantear la queja también al Procurador del Común –que respaldó su queja e «instó a la Junta a retomar la situación y reconsiderar la consignación de este servicio al menor»–, esta afectada recurrió a la vía judicial «porque ya era la única salida que veía».
Allí reclama que se ofrezca este servicio a personas que, como su hijo, puedan precisar la prestación sanitaria de un logopeda, así como que se le reintegren las cantidades abonadas hasta la fecha por tener que llevar a su hijo a un especialista privado.
«El dinero realmente me da igual, lo que quiero es defender a todos los niños que se puedan encontrar en la misma situación de mi hijo y que se cree jurisprudencia sobre estos casos. Porque puede ocurrir que haya niños que, por falta de recursos económicos, no puedan tener acceso a un servicio de este tipo que, insisto, es necesario porque la mejoría es evidente» concluye.
«Entiendo que algunos servicios me corresponden y yo le pongo la profesora de apoyo por las tardes, le llevo a judo, a la piscina... para estimularlo y que no se quede estancado. Pero creo que el logopeda debe asumirlo el Sacyl», reitera. Los informes médicos le avalan, así como el mismo hecho de que esta prestación fue prestada precisamente por el servicio público hasta los tres años.

