No dejéis de contemplar la pintura del manchego
Benjamín Palencia, máximo exponente de la vanguardia española.
Siento una especial admiración por sus paisajes espirituales y por la serie de pinturas que en los maravillosos años treinta rallaban los límites de la abstracción.
Tras la Guerra Civil su obra perdió ese elemento
investigador de nuevos caminos a causa del ambiente de la España de los 40, aunque nunca perdió su maestría.