Que no sabéis. Las fotos las hicieron el Lunes de Aguas y las tradiciones hay que mantenerlas.
¡Ay, esa Salamanca! Qué ganas de volver a estar callejeando por allí... el ritual de cruzar el Duero por Tordesillas (que a mis efectos es como la Puerta de Salamanca), adentrarse en un campo elevado salpicado por vallejos y la depresión del Guareña, para luego comenzar con las acompañantes cigüeñas y finalmente, sobre un altozano, divisar la ciudad que se esconde de los gélidos vientos pero para aguardar sus tesoros en la amplia vega del Tormes y sin perder de vista la sierra... no dejará de causarme impresión. ¡Pero pronto volveré!


