A mi no me gustaría que en mi día a día mandase un extranjero, o no ser que estuviera empadronado y viviendo aquí de contínuo
O sea, que un castellano que se vea obligado a emigrar forzosamente (trabajo aquí, pues no hay y menos "empleos cualificados"), y por tanto, viva en otro lugar, ya es un extranjero.
Lo siento pero no lo veo así: un persona que haya nacido aquí, continúe empadronada aquí (y por tanto mantenga un vínculo) aunque trabaje fuera, y tenga expectativas de volver cuando le sea posible, para mi no es un extranjero.
¿O como iría esto? ¿Es castellano pero en el momento que emigra es extranjero, pero cuando regresa vuelve a ser castellano?


