Acabo de volver de un viaje de trabajo bastante largo por Europa (por Dios qué cantidades de nieve hay por algunos países, en alguno de ellos he estado a -25, se te congela todo vayas como vayas vestido) y el miércoles tras aterrizar en Barajas me cogí a la family y nos fuimos a comer a Segovia (y al volver a Madrid nos pilló la nevada de los túneles). Qué gozada, pasear después de más de dos semanas por una ciudad castellana, hablar con la gente, entender qué quiere y por qué hace lo que hace casi sin que te lo diga, respirar Castilla (y no Bélgica, Serbia o Valencia)...
No sé si conocéis este sentimiento de la vuelta a casa, pero cada vez que me pasa me hago más castellanista. (Bueno, basta ya de tanto sentimiento, a partir de ahora a criticar - y a criticaros).
Lo conozco, seguro que ZP no porque no sabrá definir la patria y como ese abundan,

