Sí, IzCa y Yesca entendimos que nosotr@s acudimos al monolito a homenajear a l@s comuner@s, no a ser los protagonistas de la prensa (Esa misma prensa que niega el contenido nacional del 23 de Abril, algo obvio para nosotr@s y los que acuden a la campa, un espejismo para aquellos que miraran los periodicos el 24 de Abril), así que cuando nos cansamos de esperar, nos fuimos a la esquina de la Calle real, se leyeron los manifiestos y puño en alto se interpretó el canto de la esperanza.
Para bochornoso y ridículo la actitud de la Fundación Villalar, que ante los reproches de parados, trabajadores de empresas a punto de cerrar, plataformas en defensa de la sanidad en el medio rural y como no los jóvenes de Yesca subieron la música enlatada hasta límites insalubres para pisar cualquier palabra que no les agradase.
Pacificamente muchos de ell@s formaron una cadena humana uniendo sus brazos l@s un@s con l@s otr@s para demostrar que no se quería a la cúpula del PP en la campa de Villalar, la guardia civil violentamente arremetio contra todo quisqui -esta es su democracia- la palabra de jóvenes, mujeres y trabajadores contra la fuerza de la sinrazón.