Más inspectores, más supervisión, más poder a los supervisores y más mano dura.
O sea, que necesitamos un cuerpo de inspectores para ver quien bebe gin tonic, para ver como se emplea la Visa pública..., amos no me jodas Panadero. Tú sabes perfectamente que la limpieza del water público (pongamos de una estación de autobuses) nunca será igual que la del water de tu casa (privado), ¿porqué te empeñas en no ver que no se gestiona con la misma diligencia el dinero público que el privado?
En España eso no serviría para nada porque los supervisores se irían de cena y de putas con los supervisados a diario.
El problema no es el Estado, ni el No-Estado. El problema se llama Espatraña y los espatrañoles.
Así es, en Cuenca los inspectores de sanidad te llaman el día antes de ir, tipo buen rollito,... sutilmente te están recordando que por una docena de choricitos la inspección de tu carnicería te saldrá bien. El único problema es que tendrás una inspección al mes cuando antes era al año, pero ya se sabe, hay que alimentar al cerdo. En algunas obras en Valencia, no te dan la licencia, certificados, etc... si previamente no entiendes que tú 'voluntariamente' y sin que te lo propongan abiertamente (el funcionario gusta de sentirse muy digno), has de tener algún detallito, preferiblemente en efectivo, nada de cheques regalo en el Corte Inglés, eso quedó muy atrás. ¿O alguien cree que la colección de áticos de Bono son una casualidad o el contrato del ATC a la empresa del maridísimo de la Cospe es por su buen hacer técnico?
El problema como dice Tagus son las personas, aquí no funciona nada sin manteca, o engrasas la maquinaria o no te comes una rosca. Y a mi juicio, el estatalismo y el intervencionismo acérrimo es corrupción porque corrompe y desvirtúa las leyes del mercado (libre competencia, oferta-demanda, libre concurrencia,...), las prostituye, que dicho sea de paso a mi juicio son parte de las leyes naturales. Lo del gin tonic denota toda una forma de ser, de proceder, de gestionar, de despreciar lo común, etc.

