Fuente:
http://revistataranco.blogspot.com/2018/10/la-diputacion-y-los-ayuntamientos-de-la.html La Diputación y los ayuntamientos de la provincia
(Diario de Burgos, 23 de mayo de 1931, p. 2)
En la última sesión celebrada por la Diputación Provincial, se dio cuenta de un escrito del alcalde de La Horra pidiendo a la Corporación que convoque una asamblea de muncipios burgaleses para estudiar y resolver lo que proceda con respecto al proyecto de estructuración federal de España.
En tal sentimiento están inspiradas dos cartas que el mismo día publicábamos en estas columnas, de los alcaldes deVillovela de Esgueva y Villafruela.
A continuación insertamos copia de la solicitud del Ayuntamiento de Palacios de la Sierra abundando en las mismas apreciaciones. A ésta seguirán otras.
Es de sumo interés y merece especial atención este despertar de los pueblos ante el problema nacional, cuando hasta ahora las masas rurales han vivido al margen de tales cuestiones.
Sin embargo, la Comisión gestora de nuestra Diputación no lo ha comprendido así, considerando prematuro este asunto, toda vez que corresponde a las Cortes fijar la estructuración de España.
Indudablemente se trata de una confusíón, pues no queremos creer que nuestros diputados tengan la vista tan apartada de los anhelos y de la trascendencia de los momentos actuales.
En todas las provincias se nota el natural movimiento precursor de la lucha que se avecina. Cada una se preocupa de buscar la postura que debe adoptar para no resultar arrollada en el marco que mejor encaje. Sólo faltan dos meses escasos para que el debate del que puede resultar la ruina de unas comarcas y el florecimiento de otras, se desarrolle en toda su amplitud.
Y en estas circunstancias nuestra Diputación se encoge de hombros se desentiende del problema y cree que es prematuro tratar de él. Cree que son las Cortes las que deben decidir de nuestro porvenir, sin la menor intervención nuestra. Y esto cuando Cataluña se dispone a redactar el estatuto del estado catalán y otro tanto hacen Galicia, las Vascongadas, Navarra, Valencia y otras.
Repetimos que no creemos en una ofuscación semejante y que indudablemente se trata de un error que los mismos diputados se apresurarían a deshacer.
Burgos debe en esta hora crítica, estudiar lo que más conviene y después de bien definida su actitud y sus aspiraciones, buscar el contacto con las provincias hermanas para establecer el acuerdo.
Pero al decir Burgos no nos referimos a la capital, sino a la provincia, pues de sus intereses se trata y la más elemental idea democrática, exige tener en cuenta la opinión de los ayuntamientos especialmente cuando de ellos parte la iniciación.
Esto hace la Diputación de Navarra, la de Logroño, la de Valladolid, por no citar más que las próximas, y esto debe hacer la de Burgos y seguramente lo hará en cuanto a sus manos lleguen las instancias anunciadas de los pueblos.
Es una obligación que no puede delegar pues su responsabilidad sería inmensa si por omisión resultase nuestra provincia arrollada y su porvenir destruido. Puede perdonarse un error, pero no una deserción.
Seguramente son inútiles estas excitaciones y en el ánimo de los diputados está el abordar este magno problema en toda su extensión.
Por el Ayuntamiento de Palacios de la Sierra, ha sido dirigida la siguiente instancia:
"Excmo. Sr. Presidente de la Diputación Provincial de Burgos.
Excmo. Señor:
El que suscribe, alcalde presidente del Ayuntamiento de Palacios de la Sierra, en nombre y representación del mismo, ante V.E. respetuosamente como mejor proceda expone:
Hace muchísimos años que entre la región catalana y el Gobierno español constituido, ha existido una tirantez de relaciones de la que siempre pagó los vidrios rotos la desdichada Castilla: aquélla
interesada porque se resolviera el pleito de su autonomía que constantemente solicitaba; el Gobierno Central sin salir de su vida rutinaria, sacrificando quizá todo el comercio del resto de la Nación para contentar en parte a los catalanes que amenazaban con independizarse, así las cosas hasta que la corrompida y carcomida Monarquía ha sucumbido.
Los intereses de Castilla no son iguales que los de otras regiones y menos que los de Cataluña, y con la República ha llegado el momento de trazar la forma en que ha de regirse ésta. Por otra parte vemos
la República de los Estados Unidos y la de Suiza, en que cada Estado y cada Cantón, no sólo son distintos sus intereses, sino sus costumbres, su religión y en la última, inclusive su idioma, y a pesar de todo ello con el sistema de República Federal en conjunto y los Estados o Cantones soberanos e independientes entre sí, en el que cada uno tiene sus limitaciones que se ha impuesto a su favor y en beneficio de la comunidad gozan de una independencia modelo de democracia. Este alcalde rural, basado en estos modelos y toscos argumentos, con fecha 16 de mayo actual, entre otros acuerdos, ha tomado un particular que dice:
"Hace presente el señor alcalde a sus compañeros la hora histórica que hoy atraviesa España, que aun cuando felizmente la República ha dado el paso gigantesco que anhelaban la mayoría de los españoles, hasta que las Cortes constituyentes digan la última palabra sobre la forma de en que ha de regirse dicha República, y teniendo en cuenta lo ha hech la región catalana, que adelantándose a las demás regiones se le ha concedido la autonomía federal, sería muy conveniente que nuestra región se ponga alerta para la defensa de sus intereses.
Quedan enterados y acuerdan que teniendo en cuenta las atinadas razones expuestas por el señor alcalde, que por dicha autoridad , se eleve respetuosa instancia a la Excma. Diputación para que convoque a una asamblea de municipios burgaleses y aún más factible a toda la región castellana, para regular la autonomía federativa de Castilla, que por derecho se nos debe conceder.
En méritos de todo lo expuesto no dudo que V.E. con su elevado criterio, sabrá interpretar mejor las necesidades y aspiraciones que a Castilla corresponden.
Viva V.E. muchos años.
Palacios de la Sierra a 19 de mayo de 1931.- El alcalde, Pedro Simón.- P.S.M., el secretario, Tomás Medrano."