Ayer, en la plaza de Villalar se escenificó la unión de los reinos de Castilla y de León en 1230 en una sola corona: la de Fernando III. Su madre Berengela fue quien medió ante pare e hijo y quien colmó de dadivas a las infantas (hijas del rey y de Teresa de Portugal) para que cedieran el reino de Leon a su hermano de padre Fernando III, juntando así los reinos en uno hasta hoy.
Fernando III está enterrado en la catedral de Sevilla y cada treinta de mayo, dia de su muerte, se celebra su memoria.