En Madrid
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SE HA CREADO UN CENTRO DE ESTUDIOS CASTELLANOS
-La juventud es siempre actividad, es siempre vida. El divino tesoro que cantó el poeta tiene en sus entrañas fuego animador, entusiasmo y optimismo.
Por obra de ese entusiasmo de juventud, Castilla, nuestra Castilla vejada, despierta para incorporarse a la vida de actualidad.
Un puñado de jóvenes la hacen despertar. Un puñado de castellanos entusiastas.
Castilla posee el tesoro de su idioma, de su poesía, de su arte pictórico, de su Historia escrita con la sangre de sus Comuneros.
Castilla posee el tesoro de sus leyendas áureas, de su belleza sin par, de su honradez ciudadana.
Castilla dió vida a un mundo nuevo, dió al Universo las creaciones de sus artistas, de sus filósofos, de sus poetas, enseñó a las generaciones el verdadero concepto del honor, y fue la verdadera madre del Derecho Internacional
Castilla ha sido fuente de inspiración universal, ha sido grande, poderosa...
Sin embargo Castilla, triste, abatida, humillada, se halla recluida en un círculo donde el letargo impera, donde reinan el retraimiento y la apatía. Ha retrocedido siglos en su Historia. Castilla se descombra, como ha dicho un gran pensador castellano, Julio Senador.
Se habla hoy más que nunca de regionalismo. Vasconia, Andalucía, Galicia, Cataluña, no hacen más que andar a vueltas con sus Estatutos, como si sólo ellas viviesen en el mundo. Y es que el egoísmo les ha puesto una venda en los ojos.
Todas ensalzan su valer; todas practican hoy el autobombo. Sólo Castilla calla. La productora del trigo, la sostenedora de la vida nacional, transige ante esas actitudes intransigentes y egoístas. Y en su pacífica transigencia hay un mucho de humillación.
La juventud castellana no puede consentirlo. La juventud es rebeldía contra todo lo injusto. Por eso nosotros, un puñado de jóvenes castellanos sin ilusiones quijotescas, venimos a deshacer esa injusticia.
No es nuestro campo el de la lucha política. Nosotros no hablamos de Estatutos ni federalismo. Nosotros queremos despertar a Castilla, comunicarla nuestro espíritu joven, hacerla vivir, resucitarla.
No estamos obsesionados por el orgullo de lo que fue. Sabemos que ningún pueblo vive sólo de lo pasado. Por eso queremos resucitarla en el presente. Y tenemos fe en el porvenir. La Historia no es más que un espejo y un gran libro de lecciones maestras. En el espejo se mira el presente, y con las lecciones se conquista el futuro.
Queremos que a Castilla se la admire y se la respete.
Para eso hemos creado un CENTRO DE ESTUDIOS CASTELLANOS. Nuestro fin es noble y generoso. Tenemos entusiasmo y optimismo porque poseemos juventud. Y tenemos, sobre todo, un acendrado amor a nuestra tierra Castilla.
Contamos con el apoyo de los castellanos. Esperamos ese apoyo. Es un acto de estricta justicia.
Los hombres de valer, todos los que sientan amor a su tierra, deben brindarnos su colaboración. Todas esas protestas de castellanismo que aparecen a diario en la prensa castellana tienen ahora en el CENTRO DE ESTUDIOS CASTELLANOS un campo de acción directa. Ha llegado la hora de obrar. “Obras son amores...”
El CENTRO DE ESTUDIOS CASTELLANOS espera y tiene fe.
Hay que resucitar a Castilla, lectores, y eso es obra de todos los castellanos.
JACINTO TORIO
Madrid, 1931.
NOTA: La adhesión que todo buen castellano ha de brindarnos envíese al CENTRO DE ESTUDIOS CASTELLANOS, “Casa de Castilla”, Atocha, 68. Madrid.
Artículo publicado en "El Día de Palencia", nº 13.089, 22 de septiembre de 1931.