Una iniciativa que arrancaría votos para PCAS sería solicitar la eliminación de las pagas vitalicias para salvar las pensiones. Propuestas así tienen mucho impacto.
A los ancianos del medio rural se les debe decir que el PP -aunque podríamos decir PSOE- no les garantiza dos cosas que ellos aprecian mucho: las pensiones y la unidad de España.
En este sentido, fijaos qué publica el digital barcelonés Crónica Global, sobre algo que ha hecho C's (Ciudadanos), el partido del borreguito Norit u osito de Mimosín:
“El proyecto de ley en fase de tramitación más avanzada en el Parlamento catalán es el Libro VI del Código Civil de Cataluña relativo a obligaciones y contratos. Se trata de una norma fundamental para la vida económica y ciudadana (…) este Libro aspira a convertirse en un “cuerpo legal propio” en derecho privado que sustituya a la normativa española, según palabras del consejero de Justicia, Carles Mundó, que regulará aspectos como los contratos de alimentos, las compraventas de inmuebles y, en un futuro, los procedimientos hipotecarios. (…) No se limita a regular las instituciones tradicionales del derecho catalán como hasta ahora se había hecho en libros anteriores, sino que “regulan total y detalladamente las miles de relaciones contractuales que diariamente se realizan entre particulares, lo que determina la economía de un país” (…)
Cuando este Libro VI entre en vigor, “todas las relaciones civiles y comerciales que se produzcan en suelo catalán se regirán por esta normativa. Lo insólito es que españoles del resto de España tendrán que aplicar el derecho catalán como si fueran extranjeros. Máxime cuando Cataluña representa un 20% del PIB de España”, explican las mismas fuentes.
La intención de la Generalitat es dotarse de un sistema propio, cerrado y ajeno al sistema jurídico-civil del resto de España. “La llamada desconexión no se producirá de forma tajante y radical, sino que es un proceso de zapa constante, en todos los ámbitos de la vida. Eso explica que hayan dejado para el final el Libro de obligaciones y contratos””.
El nacionalismo catalán tiene puesta la directa, o hay independencia o hay una asimetría más acentuada, pero eso en modo alguno es salvaguardar la unidad de España.
No hay que ser rehenes de nadie.