Yo cuando he estado fuera he echado de menos lo siguiente:
El paisaje adusto de mi provincia.
El fresquito nocturno en verano.
Caminar sobre adoquines cortados artesanalmente y no por máquinas y por calles empedradas de cantos
quasi puntiagudos.
Ver la muralla o intuirla al caminar por las calles.
El subdialecto abulense.
Y, sobre todo, el que te incluyan en el precio de la bebida la generosa tapa que se sirve en los bares de Ávila sin que la pidas y sobre lo cual los guiris flipan (endemismo abulense y no sé si en más sitios...) :lol: :lol: :lol:

