¿POR QUÉ NO ESTAMOS EN EL MAPA?
Tomás Martínez Gonzalez. Militante de TC Burgos
Hace unas semanas acudía a una reunión de amigos a Miranda de Ebro. Para ello, en coche particular conducido por un amigo, enfilamos hacia la N-1. Apenas se abandona los últimos edificios de viviendas de Gamonal la carretera se convierte en el recorrido de una auténtica procesión de vehículos pesados entre los que no faltan los famosos transportes “especialmente lentos” que originan colas kilométricas.
Afortunadamente, antes de llegar a Rubena se encuentra la entrada a la A-1. ¡Qué diferencia de la A a la N! El problema es que para poder realizar el trayecto querido por la A-1 hay que pararse en la entrada, en una máquina que te ofrece un tique sin el cual no se puede acceder a este ansiado, por civilizado, camino, Yo, casi siempre, me negué a “pasar por el aro”y he sido usuario sufridor habitual de la N-1.
Me vinieron, en ese momento, a la cabeza mis muchos años realizando el trayecto Burgos-Miranda de Ebro y viceversa. En efecto, en el año 1988, por motivos laborales, empecé a recorrer los ochenta kilómetros largos que separan ambas localidades todos los lunes y los viernes y, algunas veces, entre semana. Así durante dieciséis años seguidos al cabo de los cuales cambié de lugar de trabajo.
Conozco, pues, todas las curvas, los cambios de rasante, los cruces, las horas de circulación mala, malísima y terrible. Guardo en mi memoria imágenes de accidentes espantosos, mantas cubriendo cuerpos, coches y camiones destrozados en la subida de la brújula, en la curva de Santa Olalla, en los terribles cruces de Briviesca y Cameno, en las curvas del desfiladero de Pancorbo o en Ameyugo.
Me vienen a la memoria las muchas reuniones de la Comisión para la Liberalización de A-1 que se hicieron en Miranda a lo largo de todos esos años y las manifestaciones que se organizaban y a las que se añadía el PP o el PSOE según la afiliación política del Ministro de Fomento de turno en el Gobierno del Reino de España.
Recuerdo muy bien la última reunión de esa Comisión a la que asistí como público en Miranda, unas fechas antes de las últimas elecciones a la Cortes Generales. A esta reunión asistió hasta una procuradora mirandesa del PSOE, que por aquel entonces y, una vez más, prometía liberalizar la autopista , en cuanto ganase las elecciones. Después de ganarlas, parece ser que, a la vista de lo realizado hasta ahora, el tema se ha olvidado. Además, todo esto no hubiese sido necesario si un ministro socialista no hubiese renovado la concesión a la empresa que gestiona la autopista por otro cuarto de siglo, supongo que con la amenaza de otra renovación porque, a lo mejor, la empresa todavía no ha ganado suficiente dinero o vaya usted a saber la causa.
Estos recuerdos me llenan de ira. Para ser más exacto, me llenan de tristeza por esta tierra en la que nací y en la que vivo, condenada a soportar tanta desidia. Tantos años y seguimos igual que en 1988.
Si hacen memoria recordarán que ya en 1988, los habitantes de esta provincia votaban al PP y al PSOE. Creo recordar que, de los cuatro diputados de la provincia, dos eran del PP y dos del PSOE. Era alcalde de Burgos el señor Peña San Martín y alcalde de Miranda el señor Simón Romanillos. Hoy, en el año 2006, dieciocho años después, representan a los burgaleses, también, cuatro diputados. ¡Adivinen de qué partidos son! Han acertado: dos son del PP y dos son del PSOE. Es alcalde de Burgos un miembro del PP y es alcalde de Miranda un miembro del PSOE.
En todo este tiempo lo único que ha cambiado es el precio del tique, a peor por más caro, por supuesto.
Y yo me pregunto,¿qué les hemos hecho a esta gente? ¿En qué les hemos ofendido para que no nos hagan caso? Se les vota puntual y religiosamente, ¿por qué nos pagan de esta manera?
Creo que la respuesta es que no les exigimos nada. Como siempre lo consiguen no necesitan ganarse nuestro voto a través de cumplir lo que prometen o, al menos, dar una explicación de por qué no cumplen lo prometido.
A estas alturas, todavía no nos han dicho que poderosísimas razones han exigido que para ir de Burgos a Miranda por un camino decente haya que pagar y no haya que hacerlo, por ejemplo, de Miranda a Vitoria-Gazteiz.
En definitiva, lo importante parece ser qué es lo que sucede en el País Vasco, en Cataluña, en Galicia, etc. Nosotros no estamos en el mapa. ¡Ese es el problema!
Y, ¿cuándo estaremos en el mapa?. Creo que el día que comprendamos que estamos ninguneados (algunos ya lo hemos hecho), que nos estamos convirtiendo en un desierto económico, demográfico y cultural, empezaremos a elegir para que defiendan nuestros intereses a personas cuya mayor aspiración no sea acudir a la Corte sino defender políticamente y representar ante el mundo al pueblo que lo ha elegido. En definitiva, las cosas cambiarán cuando los castellanos sean representados por otros castellanos que aspiren, simplemente, a resolver los problemas de los de aquí que no son ni menos importantes ni menores que los demás problemas que parece que ocupan todo el tiempo y el dinero de los que mandan en el Reino.