Voy a hacer un panegírico de este hombre.
Hace 8 años tuve la oportunidad de conocer a don Julio Anguita, y me parece uno de los mejores políticos que haya tenido este país. Honrado a carta cabal, es de los pocos que al dejar el foro, volvió a su antiguo oficio de maestro, aunque la salud le jugó una mala pasada y ha tenido que jubilarse. Después vino la tragedia de su hijo. Actualmente, sé de buena tinta que vive de una modesta pensión. Nada comparable a nuestros expresidentes conferenciantes express. Entonces me parecía, y me sigue pareciendo, un viejo republicano romano, un filósofo estoico. Es de otra época, del tiempo en el que no todo era relativo y se mantenían los principios.
Es una de las personas que más y mejor ha defendido el sistema republicano en España, ajeno a los extremismos pseudo pijo folclóricos de estos supuestos actores "intelectuales" forrados de pasta que salen en la TV. Una república nueva para todos, independientemente de su ideología. Ni siquiera planteaba un cambio de bandera, sabedor de lo importantes que eran los símbolos para poner en común a las personas, para crear algo nuevo sin dependencia de otras épocas.
¡Que diferencia entre él y estos supuestos "intelectuales" del neoliberalismo! Del mismo modo, nunca negó las sensibilidades territoriales en España, ni siquiera las de Castilla, pese a que no centraran su discurso.
Pero sobre todo fue valiente. Desde la empresa PRISA se le fusiló por repudiar al PSOE de la corrupción y los crímenes de estado, ya que efectivamente, jamás hizo seguidismo. Se le acusó de estar cerca de Aznar (¡madre mía!) simplemente porque respetaba al adversario y no tenía inconveniente en pactar con él lo que creía que beneficiaba al país (y no a El País, precisamente...). Le acusaron de derechista, de hacer una pinza sobre la izquierda ( ...¿el PSOE?), de pedante... Ni siquiera tenía miedo en admitir su interés por personajes malditos como J.A. Primo de Rivera, lo que fue usado para darle de palos injustamente.
Su comunismo era ideal, moderado y realista, ya que repudiaba el neoliberalismo, y era favorable a que el estado tutelara los elementos más importantes de la economía del país, favoreciendo a su vez a las pequeñas empresas. Todo ello sin renunciar a los principios, adaptándolos, de la filosofía marxista.
En fin, que tuve la oportunidad casual de cambiar impresiones con él un par de veces, y me causó el impacto que estáis viendo, así que cierro el pico ya, que podría seguir mucho más.
Saludos.

