¿Pero a dónde c**** vamos con esa cosa cursi y ñoña?
Els Segadors, La Marsellesa, o el Himno de Rusia, por ejemplo... eso son himnos, joder. Necesitamos algo así.
Depende de las preferencias personales que cada uno tenga. Para mí un himno que pretenda representar a un país tiene que ser solemne. Y el Canto de Esperanza no deja de ser una canción folclórica, un poema musicalizado. No tienen ni solemnidad, ni prestanza, ni por lo tanto grandeza. En mi opinión es una canción de estar por casa (la he cantado muchas veces y lo seguiré haciendo, pero eso no significa que me guste como himno).
Para mí Castilla es algo grande, que nace de la humildad del segador, el pastor trashumante o el soldado del Concejo, pero que deviene en algo grande y poderoso por la propia perfección de ese sistema social pre-democrático. Y una música que yo considere Himno de Castilla tiene que reflejar por fuerza esa solemnidad y esa grandeza en la humildad que yo le confiero a los montes, a los ríos, a los castillos y a la gente de nuestra tierra.
Supongo que seré demasiado rancio, pero para mí una canción como el Canto de Esperanza, por sus propias características y su ritmo, nunca lo consideraré himno de nada.
La Marsellesa nace como canción de la soldadesca, pero es grandiosa por su entonación, su ritmo y su letra. Quizá sea porque los franceses, en general, suelen impregnar todo con ese punto de
grandeur que tanto les gusta, pero yo me siento mucho más cercano a esa imagen exterior de lo que debe ser un himno.
Y con todo lo cursi que pueda parecer (que sí lo es en cierto modo), siento mucho más el
Himno a Castilla de Antonio José como un posible himno para nuestra tierra antes que el Canto de Esperanza, que en mi opinión, no reúne las características que me parecen deseables para algo de este tipo.
Por otra parte, se tiende a diferenciar siempre entre un himno de carácter solemne (identificado con lo aristocrático/monárquico) respecto de un himno de carácter folclórico (identificado con lo popular/republicano). Nada más lejos de la realidad. Los himnos de Francia o Rusia son un ejemplo, himnos totalmente populares pero con gran solemnidad.
Es una opinión personal, pero es la mía.