Tienes punto Pepinero, aunque esa ayuda leonesista no me ha gustado un pelo.
El 9 de enero de 1959 se rompió la presa de Vega de Tera, en la alta Sanabria, y se precipitaron hacia el lago ocho millones de metros cúbicos de agua arrasando durante la noche y a 18 grados bajo cero el pueblo de Ribadelago. 144 personas fallecieron, recuperándose tan sólo los cadáveres de 28, las otras 116, casi todas niños fueron a parar al fondo del lago.
Se levantó junto al viejo pueblo uno nuevo, sacado del plan de Tierra de Barros, tanto el proyecto como el presupuesto y las infraestructuras. Es por ello que aún hoy, el nuevo pueblo no guarda similitud con ninguno de los próximos a el.

