Mi postura es claramente a favor de que cada cual se junte, reproduzca, fornique, etc. con quien quiera o pueda, sea de dónde sea.
Pero debido a esta ola identitaria que parece haber surgido me preguntaba si en realidad no es un poco ir en contra del pensamiento nacionalista.
Distintos tipos de nacionalismos hay muchos, pero si es por cuestión de gustos por ejemplo, al igual que me puede gustar una asiática o una mulata y no tendría (que no lo tengo) ningún reparo tampoco tendría que darme mala conciencia comprar productos de otros sitios, marcas foráneas,etc. que al fin y al cabo su elección también nace del subconsciente.
Si a veces tengo que hacer un leve esfuerzo en elegir un producto castellano (bien por precio, porque el no castellano es mejor, etc.) no sería correcto hacer también un esfuerzo a la hora de buscar una pareja que tenga entre otras cualidades que me puedan gustar (simpatía, belleza, etc.) el ser castellana?
Decía Cinefuegos que al cabo de los años si se iba a Sajonia sería sajón, así, por lo visto automáticamente.
Yo creo que se convertiría en sajón si quiere convertirse en sajón, si se integra y participa en la sociedad.
No por el hecho de estar equis tiempo conviviendo.
Es más, en algunos estados (creo que Reino Unido) para conseguir la nacionalidad no sólo se exige el tiempo de residencia sino además hablar fluidamente el idioma, conocer las tradiciones, costumbres, etc. y tienen que hacer un test y todo.
Un morito de Lavapiés, aunque sea de segunda generación, si su lengua materna es el árabe, etc, etc. y lo único que sabe de Castilla es que le suena el nombre de haber estudiado el mapa de España por CC.AA pues es un poco grotesco considerarle, en primera persona, castellano.
Otra cosa es que se cuente como castellanos todos los habitantes de tal provincia o Comunidad, al igual que se cuenta que España tiene 44 millones de habitantes, y dentro de esa cifra están dentro Otegi, Carod, Ibarretxe, etc. que creo que su sentimiento de españoleidad debe ser escaso.

