Puto Amo 27
Leka Diaz de Vivar 20
Az0r 20
riopadre 11
Panadero 10,5
Donsace 9
ORETANO 5
Aragonauta 4
EL EMPECINADO 4
Vacceo Palentino 4
rioebro_aitor:3
Javatar 2
Brigo 2
Arriaca 2
Free Castile 2
Rioduero 3
salamancasigue 1,5
KoMuNeRo_MaG 1
John Graham 1
Un Riojano 1
Tagus 1
Huidobro 0,5
Hermano de Ariasgonzalo 0,5
En el clásico de Fritz Lang, Metropolis (1926) hay una frase que al final se repite como coletilla o moraleja de la historia que se cuenta.
Fue además el modo de salvar la imagen del director ya que el guión, escrito por su esposa Thea von Harbou, que fue colaboradora del régimen nazi, razón por la que abandonó precipitadamente Lang el Berlín de los años de ascenso del nazismo, cuneta la historia de una ciudad de hombres sabios y elegantes, Metropolis, que viven sostenidos por el trabajo de la chusma currela en las profundidades de la tierra y se interpretó por algunas malas lenguas como una especie de alegato a favor del partido de los trabajadores de Alemania y su ideología.
Nada más lejos de la realidad ya que Yang lo que quiso expresar era la necesidad de conciliar el trabajo y el poder de una manera humana.
¿Cuál era, entonces, esa moraleja?