Cuelgo la noticia para que todos la puedan leer. Lo de sembrar nubes o eliminarlas se ha comprobado que se puede ayudar a que estas cosas se den pero no es algo definitivo, asi que no se hasta que punto es algo verídico o no.
Agricultores de Soria denuncian el 'robo de nubes' por avionetas 'piratas'Entonces quienes lo hacen son los agricultores, que ven sobre sus cabezas cómo se esfuman las lluvias y las nubes se disipan y desintegran. La situación se repite desde hace años, cuando los lugareños contemplaban mirando al cielo que pequeñas avionetas misteriosas atravesaban las nubes y lo que se anunciaba como una buena tormenta se quedaba en nada. Primero fue en el Moncayo, ahora hay pueblos de toda la provincia de Soria que afirman estar afectados por estas avionetas no indentificadas que dejan tras de sí un reguero de yoduro de plata, inhibidor de las nubes.
Intimidarlas
La Asociación de Avionetas del Moncayo, Avimón, nació en 1993, hartos los agricultores de que la lluvia desapareciera ante sus narices sin poder actuar y que nadie les creyera. Avionetas disolviendo nubes, demasiada ciencia ficción. Pero, con su tesón, han logrado hacerse oír y denunciar lo que ocurre sobre todo en el este de la provincia de Soria y ya cuentan con aviones espías y con el contrato para que una empresa comience a hacer vuelos de reconocimiento a partir de enero. El objetivo, intimidar a esas 'avionetas piratas', y que no regresen, según afirma el presidente de la asociación, Félix López.
La teoría que defiende Avimón es que se trata de avionetas contratadas por compañías aseguradoras cuya finalidad es que el granizo no llegue a descargar sobre los cultivos sorianos y así evitar pagar las consecuentes pérdidas por este desastre atmosférico. La asociación no tiene pruebas de ello y por lo tanto no puede actuar al respecto, pero al menos sí pondrá toda la carne en el asador para que las avionetas misteriosas desaparezcan de los cielos de Soria, e impedir que siga creciendo la 'desertización'.
'Son empresas piratas que no llevan plan de vuelo o de actividad, y se aprovechan del vacío de control aéreo que hay en España', sostiene López, quien recalca que la solución es que se mejore la ley de seguridad aérea y se haga un control más efectivo sobre el control de la circulación, 'que ahora es muy ambiguo'. Avimón reclama una ley que ponga los medios para que se vigile y dote a la Guardia Civil de la tecnología necesaria para hacerlo. 'Que haya un cuerpo especial como en la detección de pateras', reivindica López, destacando el riesgo de los aviones a baja altura, 'como los que funcionan para la droga', añade.
Mientras tanto, Avimón ya ha firmado un contrato con la empresa Airman, que gestiona el aeródromo de Garray, para que, a partir del 1 de enero, dos aviones tripulados realicen vuelos de reconocimiento e impidan a estas avionetas verter el malvado yoduro de plata. Su radio de acción es de 400 kilómetros y pueden cubrir la provincia, a diferencia de los dos aviones espía adquiridos por la asociación hace tres años que, como su nombre indica, buscaban ladrones de nubes. No obstante, sus limitaciones técnicas han obligado a Avimón a dar un paso más y confían en que con esto se intimide a las avionetas y no vuelvan. 'Es verdad que ahora hay muchas menos, la gente ya no las ve tanto, pero siguen estando ahí', apunta López.
Los dos espías de Avimón, UAV (unmanaged aerial vehicle) sin tripulación, no han llegado a descubrir ninguna avioneta, pero porque su radio de acción es de 25 kilómetros, no supera los 150 kilómetros a la hora y su límite de altura ronda los 4.000 metros, 'más arriba la gasolina se congela', explica Ricardo González, asesor de Avimón.

