Osetia del Sur, una región separatista de Georgia apoyada por Rusia, votó ayer por su independencia en plena crisis diplomática entre Moscú y Tiflis y a pesar de las críticas de Occidente que teme una desestabilización del Cáucaso. Las encuestas a pie de urna, realizadas todas por organizaciones rusas, dan al "sí" el 99% de los votos. De acuerdo con la Comisión Electoral, a dos horas del cierre de las urnas la participación era superior al 91%.
Los osetios acusaron a las autoridades georgianas de enviar soldados, y Tiflis recriminó a Tsjinvali haber bloqueado las carreteras para impedir el correcto desarrollo de la votación. Los osetios, además del referendo, eligieron ayer en las urnas a su presidente
"Continuaremos intentando alcanzar nuestro objetivo por los medios civilizados y pacíficos hasta la completa independencia", aseguró el presidente saliente de esta autoproclamada república independiente, Eduard Kokoiti. Consciente de que el referendo no será reconocido en el extranjero, incluso ni en Rusia, las autoridades locales anunciaron que la consulta constituye una primera etapa para que se reconozca a Osetia del Sur y su eventual unión a Rusia. EEUU, la Unión Europea y la OTAN ya denunciaron la consulta de ayer porque consideran que puede provocar una desestabilización en la zona.
Entre 50.000 y 10.000 personas viven en Osetia del Sur, una región que se escindió de Georgia tras un breve conflicto en 1992 y que es ahora campo de enfrentamiento entre los gobiernos de Moscú y Tiflis.