El español, una lengua común que cotiza más que la moneda únicaPublicado el 18/04/2007, por Expansión. Madrid
Una lengua común elimina, igual que una moneda común, gran parte de los costes de transacción en los intercambios comerciales. En el caso del español, los países que lo comparten comercian un 290% más.
El valor económico del español es un hecho indudable. Y creciente.
La expansión imparable de nuestra lengua –con un aumento de 32 millones de hablantes desde 1998– llama la atención de los analistas internacionales.
La Unesco asegura que, en 45 años, una cuarta parte de la población mundial hablará español, un idioma que será utilizado no sólo para conversar, sino también para realizar importantes transacciones económicas.
En un seminario sobre el valor creciente de nuestra lengua celebrado ayer en la Fundación Telefónica, varios expertos subrayaron la pujanza de ésta en los intercambios comerciales y los beneficios para la migración.
El español sitúa a los inmigrantes latinoamericanos en España en una posición ventajosa para conseguir una inserción rápida en la vida social y, particularmente, en el mercado laboral, así como un acceso mucho más fácil para sus hijos en el sistema educativo. La “sanción” o desventaja económica por el desconocimiento de la lengua del país de destino de los inmigrantes se sitúa por encima del 15% de las ganancias salariales.
Juan Carlos Jiménez y Aránzazu Narbona, de la Universidad de Alcalá, recuerdan que
“una lengua común elimina, igual que lo hace una moneda común, una parte de los costes de transacción de todo intercambio”. En este sentido, los expertos aseguran que
“la lengua aparece como un poderoso lubrificante de las relaciones comerciales internacionales: compartir el mismo idioma aumenta en torno a un 190%, controladas las demás variables, los intercambios”.Jiménez y Narbona añaden que este estímulo es más intenso en el caso del español que en el del inglés: “El primero multiplica los flujos comerciales entre los países que lo comparten en un 286%, mientras que el segundo lo hace en un 237%”. De todas formas, lo que refleja este resultado no es la la importancia respectiva de ambos idiomas en las relaciones comerciales internacionales –mucho mayor en el caso del inglés–, sino lo fundamental que resulta el español, en concreto, dentro del conjunto de países que constituyen su gran condominio lingüístico.
Presencia en Internet
Por su parte, Cipriano Quirós, de la Universidad Complutense de Madrid, y Jorge Crespo, de la Autónoma, analizan una de las grandes lagunas del español de nuestro tiempo: su déficit en Internet. Los expertos recuerdan el carácter de lengua franca del inglés en múltiples actividades comerciales, científicas o culturales, y cifran la presencia del castellanpo en Internet en un 23%, lejos aún de la lengua de Shakespeare. Quirós y Crespo concluyen que lo que se juega en estos momentos “es luchar por el segundo o el tercer puesto, tras el más que probable despegue del chino”. Ambos se muestran optimistas al reconocer que “la presencia del español en Internet puede ampliarse sustancialmente, ya que el efecto positivo del desarrollo económico y de las infraestructuras hace posible un largo recorrido, sobre todo en el área latinoamericana”. Los efectos positivos sobre la presencia del castellano en Internet son así más prometedores que para otras lenguas.
Un trampolín lingüístico en Europa
Los expertos constatan que España mantiene un papel muy limitado en el mercado internacional de enseñanza universitaria, muy por debajo de su PIB global. Para Miguel Carrera, Rafael Bonete y Rafael Muñoz, de la Universidad de Salamanca, nuestro país “no aprovecha como otros su papel de nación desarrollada dentro de su comunidad lingüística, ni tampoco demuestra una especial capacidad de atracción entre los países de su entorno geográfico”, algo que pone de manifiesto el largo camino que queda por recorrer en la promoción de España como proveedora de servicios universitarios.
Sin embargo, a pesar de esta limitada participación en el mercado global de enseñanzas universitarias, los expertos señalan que España sí tiene una presencia importante en el programa ‘Erasmus’, una fórmula válida para la promoción del español en el mundo.
Parte del éxito español como destino de la iniciativa ‘Erasmus’ se debe al interés presente en Europa por nuestra lengua. España es hoy el primer país receptor de alumnos entre los 27 de la Unión Europea, mientras que en envío de estudiantes se sitúa en tercer lugar, muy por encima de lo que le corresponde si se tiene en cuenta el nivel de renta y población, justo por detrás de Alemania y Francia. El ‘Erasmus’ supone por tanto una cifra importante de estudiantes potenciales de español que se sitúan en el escalón más alto del sistema educativo.

