Esos símbolos deberían retirarse casi sólo de los edificios oficiales, ya que éstos representan a todo el país (el de ahora) (por ejemplo, cuando uno llega a Badajos desde Portugal lo primero que se encuentra es un águila tremenda, que no creo que represente a España, por lo menos a la de ahora), el resto deben dejarse donde están, para eso existe la historiografía, para explicar quién fue quién en la Historia. ¿A caso debería retirarse la estatua de Marco Aurelio de la plaza del Campidoglio en Roma? (os aseguro que ese emperador, como cualquier otro, no fue ningún santurrón).
Hay otros casos, como el de las calles con nombres anteriores muy populares (como la Gran Vía en Madrid, o la más modesta calle Mayor de mi pueblo, a la que le se le cambió el nombre por C/ José Antonio, pero que nadie en el pueblo la llamaba así), en los que es lógico también que se recupere ese nombre tradicional.