No, pero actualmente, no hay otra forma de hacer las cosas. Si no hay incentivos, la gente no se interesa. Sobre todo teniendo en cuenta, que aunque te dediques con austeridad y honradez a la res pública, la gente estara tan decepcionada con los polÃticos, que seguira llamandote mangante, te seguira criticandode forma rastrera, etc etc etc...
El ejemplo. Dando ejemplo. Nunca cambiaremos si no hay ejemplo: la gente no es tonta: si ve honradez, si ve ejemplo en las élites, si estas adquieren de verdad
auctoritas, se puede sacar a la luz otras dimensiones de la naturaleza humana no tan "mercantiles".
Para mà es una cuestión imperativa la labor de disminuir los vicios y aumentar las virtudes. Si legalizamos la mierda, no por ello deja de ser mierda: es mierda legal. Permitir legalmente subidas abusivas de sueldos públicos a costa de todos es inmoral.
Es difÃcil cambiar, ¿quién lo niega? porque la corrupción es "estructural" a las instituciones y la obsesión mayoritaria en la sociedad actual es la del consumismo, la permisividad y la reducción de todo a un "negocio".
Pero no por ello vamos a reducir al hombre a un ser que sólo se mueve por valores materiales. Partir de esa premisa "reduccionista" del hombre a su dimensión "fenicia" en nombre del "realismo" y obscurecer o mofarse de la "virtud" acusando de "purismo" o de "idealismo" son una gran conquista para los adoradores del Ãdolo "homo ecomonicus".
Escepticismo sÃ: cinismo, no.
Apelo a los incentivos, pero no a los materiales. No debe exitir pretensión de "cazar" talentos para la polÃtica, sino que "todos" participen, segñún sus capacidades y siempre bajo riguroso control. Deben exigirse implacablemente requisitos morales a quienes detenten cargos públicos. Como a un juez o a un policÃa se les deberÃa exigir, aunque no se haga. Códigos de conducta que exijan una
vida privada ejemplar, que incluye desde luego el nivel financiero.
Austeridad. Rechazo de ingresos o prebendas directos oindirectos. Declaración públicas de gastos e ingresos sustantivos. Y sueldos que no insulten al común.
No se debe confundir en la sociedad lo observable con lo único posible. Lo demás es plegarse a la "realidad" y perpetuar la pescadilla que se muerde la cola. Luego vendrán las quejas.

