Después de una temporada de vacaciones vuelvo muy cambiado, pero que muy cambiado.
En primer lugar diré que soy un fan confeso de la selección española de baloncesto, no por española sino porque juegan muy bien a un deporte que me encanta, porque la mayoría de sus integrantes son unos tíos de puta madre (nada que ver con sus homólgos del furgol) y porque me sale de los huevos. Estuve en el Telefónica Arena toda la segunda fase, animé como el que más y disfrute del extraordinario ambiente de un torneo de baloncesto donde no se insulta, se respeta al contrario y se aplaude al "otro" cuando se lo merece, etc, etc. Como veis cualquier parecido con el "deporte rey" es pura coincidencia.
Además, sinceramente, me parece que este equipo encarna valores tales como la solidaridad, el respeto, el trabajo en equipo, nulo divismo, etc. que, creo, son muy interesantes en los tiempos que corren. Ahora si por llevar la camiseta de Expaña ya se nos obnubila la mente y nos olvidamos de todo, pues apaga y vámonos.
Bueno, lo dicho, una pena que se nos escapara el oro. Pero no importa, al año que viene en el corazón del imperio rojo, las banderas rojigualdas ondearán el azul cielo de Pekín. (bueno esto último es broma, que he cambiado mucho, pero no tanto, je,je.).
Un saludo tripleee.