Sarkozy apuesta por Blair como futuro presidente de la Unión Europea
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, apostó hoy por el ex primer ministro británico, Tony Blair, invitado estelar en el Congreso de la UMP celebrado en París, como futuro presidente de la Unión Europea.
"Te necesitamos en Europa", proclamó Sarkozy dirigiéndose al ex 'premier' británico en su discurso de clausura del Congreso durante el cual manifestó su fe en una Europa política, "hecha para proteger, no para preocupar".
En ese momento, el jefe del Estado galo recordó que gracias al Tratado simplificado Europa se va a dotar de un verdadero presidente para la Unión Europea y reclamó una elección "de altura".
"Quiero que hagamos una elección de altura y no una elección del más pequeño", advirtió. ¿Cómo se quiere que Europa funcione con un presidente que cambia cada seis meses y que además de presidente de Europa es presidente de su país", se preguntó Sarkozy, que dijo que él esperaba ser "el último" presidente de turno. Francia asume la presidencia de la UE en julio.
El presidente francés aprovechó también para apostar por una Europa que se dote de una política de defensa común. "No se puede ser un conjunto de 450 millones de habitantes, entre los más ricos del mundo, y encomendarse para protegernos a la providencia o a Estados Unidos", se quejó.
"Pido que Europa se dote de una defensa europea autónoma porque si no somos capaces de defendernos, no somos capaces de asumir nuestra independencia", enfatizó entre sonoros aplausos.
Así, avanzó que esta política de defensa se hará "mano con mano" con los británicos, recordando que Francia y Reino Unido son los dos únicos países europeos que poseen el arma nuclear y que es conveniente que "dos potencias nucleares democráticas hablen y organicen juntas la reforma".
Asimismo dejó claro que esta Europa independiente en la defensa no es incomplatible con la OTAN. "No es lo uno o lo otro, es lo uno y lo otro, la Alianza y la autonomía", agregó.
FUTURO O PASADO
Por su parte, Blair, que tomó la palabra poco antes que su anfitrión y fue recibido con un gran entusiasmo por los miembros de la UMP congregados en el Palacio de Deportes de París, trazó un discurso muy en línea con la apertura promovida por Sarkozy y, sin negar la diferencia existente entre izquierdas y derechas, puso el acento en el verdadero reto de un mundo globalizado: reforma frente a inmovilismo.
"A medida que avanzamos en el siglo XXI, nuestra misión en el mundo no consiste en mirar hacia atrás, llenos de nostalgia por la época del imperio británico o del francés, cuando luchábamos cada uno por nuestro lado sino mirar hacia adelante", dijo.
"Hacia un futuro donde nuestras dos grandes naciones europeas hagan Europa y a través de Europa nos hagamos nosotros mismos más fuertes y para que el siglo XXI nos aporte un balance positivo y tenga en cuenta nuestros valores y nuestras ideas", agregó Blair.
En esta línea, aseguró que también en materia europea, "no se trata de derechas o de izquierdas sino del futuro o de pasado incluso de fuerza o de debilidad".
Durante su intervención, pronunciada en francés y trufada de pequeñas bromas, hizo dudar al auditorio antes de confesar que si estuviera en Francia militaría en el Partido Socialista, "pero al lado de los que quieren transformarlo", apostilló.