Una característica interesante que se me ocurre de esta administración territorial es la ausencia de capital.
La corte intinerante es otro de esos rasgos culturales germánicos de la monarquía castellana.
Razón, entre otras cosas, de que haya tanta rivalidad entre unas ciudades castellanas y otras. Ya habíamos discutido sobre esto en algún otro tema y me parece que si en un futuro se constituye una realidad política única para Castilla debería pensarse en un sistema de reparto y distribución de las instituciones de poder por diversas ciudades tal y como ocurre por ejemplo en las islas canarias. Creo que como mínimo una triangulación entre Toledo-Burgos-Valladolid podría aunar la necesidad actual de instituir sedes del poder con la tradición castellana de reparto del poder por todo el territorio.