Crónica del Boletín Andalucía Libre
Resaca del 4D
Andalucía Libre
Entre 3.000 y 4.000 personas se manifestaron -según tramos- en la manifestación del 4D en Sevilla. La cifra es muy discreta, aunque finalmente fue bien valorada por los organizadores tras los temores de los últimos días a encontrarse con una participación ridícula. Aunque no hubo despliegue unitario alguno de transporte -cada cual tuvo que buscarse la vida-; la propaganda fuera inexistente fuera de Sevilla y allí tuviera menor despliegue que la de cualquier cotillon de fin de año medianamente potente, el boca a boca entre la vanguardia amplia, Internet y un postrero toque de atención del PA y de IU en Sevilla para rectificar sus excesos y evitarse un boomerang político, evitaron el fiasco.
Aunque la capitalización política general del acto a escala nacional -como era totalmente previsible dado el previo desarrollo de los acontecimientos y denotan las crónicas periodísticas- va esencialmente a engrosar el casillero del PA, PCE-IU y en menor medida PSA, quienes estuvimos allí también tenemos que anotar la combatitividad de una muy significativa parte de los concurrentes.
Aunque IU se cuidara en su pancarta incluso de citar la palabra "nación" -no fuera a contaminarse de nacionalismo- los gritos de "Independencia", "Caña contra España", "Soberanía para Andalucía", "Chávez cabrón, Andalucía Nación", "Andalucía Libre y Socialista" etc fueron amplia y reiteradamente coreados y escuchados por los presentes a lo largo de prácticamente toda su composición, dando la nota a la manifestación y convirtiéndola con ello es una expresión de radicalidad nacional. Tambien se cantó el Himno Nacional varias veces y hubo banderolas enormes y profusión de banderas verdiblancas. La contradictoria presencia de banderas españolas republicanas -ahora recuperadas por el PCE como símbolos- aunque mucho mayor de lo conveniente ya que no debía en coherencia haber ninguna, no fue sin embargo tan notable como para no ser consideradas adherencias al acto; aunque una parte de la prensa las destaque.
La inmensa mayoría de los asistentes, dejaron la manifestación al llegar a la entrada al Patio de Banderas del Alcázar sevillano, donde estaba anunciado el acto final y unas 500 personas fueron las que escucharon el Manifiesto conjunto (es un decir, entre el batiburrillo propio de la ocasión). Fue leído por Carmen Macias (dirigente de las juventudes del PSA) ante la inasistencia del inicialmente anunciado, el dramaturgo Salvador Tavora (aunque también desde los micrófonos se indicó que lo leería el antropólogo Isidoro Moreno, lo que luego no se confirmaría). El acto terminó cantando el Himno Nacional -con la megafonía reproduciéndolo en su versión lenta, insufrible- con la habitual pelea faringea por sobreponer el "los pueblos" al "España" oficial, ganada por goleada por el "los pueblos" y con una amplia parte de los supervivientes, coreando y haciendo oír el grito de "Independencia" al finalizar.
Nos parece innecesario reiterar aquí los puntos de análisis que hemos venido desarrollando en los ANDALUCÍA LIBRE nºs 274, 275, 276, 277 y 278.
Sólo constatamos que gracias a lo hecho con modestísimas fuerzas se consiguió imponer primero la inclusión de la palabra "nación" y luego, difundir el oportunismo e incoherencia políticas del PA e IU, con un eco que trasciende incluso a la vanguardia amplia y en lo que particularmente como ANDALUCIA LIBRE nos satisface haber servido como vehiculo, dando una prueba de utilidad.
Si a eso se le hubiera añadido tras el pacto estatutario PSOE-IU una iniciativa política acorde, coherente y enérgica -como propusimos- de las organizaciones de izquierda andaluza, delimitando campos, hoy el impacto político nacional de esa misma manifestación sería cualitativamente mayor y la izquierda independentista estaría en sus pueblos y ciudades con algo más ganado que la satisfacción de haberse mostrado potencialmente como una realidad, habiéndose presentándo ante los andaluces y andaluzas -los millones que no estuvieron allí- como una alternativa política. Seguiremos en ello.