Después de Madrid y Barcelona, le toca el turno de alumbrar nuevos partidos políticos al País Vasco. En 1969, ETA
Berri (nueva) había roto ya con su pasado etarra, y queriendo desprenderse del nombre de ETA, pasa a denominarse "Movimiento Comunista Vasco", editanto como órgano de expresión la revista
Komunistak, con artículos en euskera y castellano. Al extenderse fuera de su zona de origen, el partido cambia su nombre por el de Movimiento Comunista de España y, además, modifica el título de su revista, que ahora se llama
Servir al Pueblo.
La influencia maoísta y la búsqueda de la pureza marxista-leninista se dejan sentir en la primera época del MCE:
"El camarada Mao Tse Tung ha elevado al marxismo-leninismo a un estadio superior. Por eso decimos que el pensamiento de Mao Tse Tung es el marxismo-leninismo de nuestra época. El camarada Mao Tse Tung ha abordado y dado solución a las cuestiones más importantes de nuestro tiempo". Los análisis políticos del
"proceso revolucionario" del MCE son producto de una gran ingenuidad izquierdista, que poco o nada tiene que ver con la realidad. En julio de 1975, celebra su I Congreso, decidiendo volver a modificar el nombre de la organización, que ahora se llamará sólo Movimiento Comunista (MC), añadiendo a continuación el nombre de cada nacionalidad o región. A partir de entonces, se observa un fuerte giro en el plano teórico: se abandona el maoísmo, los argumentos sobre la lucha armada, los equivocados análisis económicos, la obsesión antiyanki, etc. En su publicación de estudios Liberación, el MC hace ahora una dura crítica de su pasado. A partir de entonces, apenas nombrarán el leninismo, definiéndose como
"marxista y revolucionario".La década de los 70 empieza con el nacimiento de un nuevo partido marxista-leninista, aunque ésta vez no procede de ninguna escisión del PCE ni de otro partido. La Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) tiene su origen en los movimientos apostólicos que, ayudados por los jesuitas, crearon en 1960 la Acción Sindical de Trabajadores (AST). Diez años más tarde, la AST se convierte en la maoísta ORT:
"el sindicalismo revolucionario había caminado en España más allá de lo que le permitía la ausencia de un auténtico partido marxista-leninista, por eso la AST se transforma en la ORT" ,explica la propia organización. La ORT se convierte en la organización a la izquierda del PCE más influída por el pensamiento de Mao. Al fallecer éste, optaron por las tesis de su viuda, por lo que la República Popular China dejó de verles con buenos ojos (y de pasarles dinero). En sus tesis políticas, la ORT insiste siempre en la alianza obrero-campesina y su estrategia podría resumirse en esta frase publicada por
En Lucha, su órgano de prensa:
"El pueblo, para ser fuerte, debe unirse en un Frente Democrático Popular, que, a su vez, ha de forjar un ejército revolucionario. El Frente Democrático Popular dirigirá y organizará las luchas de las masas populares en defensa de sus intereses inmediatos; y el camino hacia el poder formará su Gobierno Provisional Revolucionario". Según su secretario general, el manchego José Sanroma Aldea:
"La razón de la ORT es la degeneración revisionista del Partido Comunista de España".En 1969, las críticas que el PCE hace a la invasión soviética en Checoslovaquia (ocurrida meses antes) hace saltar las querellas internas (que ya venían agriando la división entre "monolíticos" y "policentristas") al terreno de las expulsiones y los prosoviéticos Eduardo García y Agustín Gómez son expulsados del partido de Santiago Carrillo. Un año más tarde, le toca el turno de la expulsión a Enrique Líster, héroe militar de la guerra civil. Cada uno de ellos, hasta entonces altos dirigentes del PCE, arrastra consigo a un grupo de militantes, y forman sus respectivos partidos. En abril de 1971, los de Eduardo García (partido conocido como PCE-VIII y IX Congreso) celebran el VIII Congreso del PCE por su cuenta y expulsan a Carrillo "por alta traición a la causa de los comunistas". Por su parte, Líster y los suyos forman el Partido Comunista Obrero Español.
En Barcelona, en 1971, un periódico llamado Combate anuncia la aparición de un nuevo partido marxista-leninista: la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), que se declara trotskista, afiliándose a la IV Internacional. La LCR, dicen sus publicaciones
"nace al calor de la lucha en torno al proceso de Burgos...Burgos ha mostrado que la dictadura puede ser derrocada por la acción directa del proletariado y de las masas oprimidas". En 1973, la LCR inicia un proceso de fusión con ETA VI Asamblea, dándose a conocer con los dos nombres seguidos (LCR-ETA VI Asamblea) hasta su congreso de agosto de 1976, en que vuelve a denominarse LCR.
Partidarios de conceptos clásicos, como gobierno de los trabajadores, toma insurreccional del poder, dictadura del proletariado, revolución permanente, etc, para la LCR lo fundamental es construir el proceso revolucionario:
"La fusión dialéctica de la práctica política y de la teoría revolucionaria, es el fundamento de la necesidad de un partido de vanguardia" y "construir el partido revolucionario quiere decir construir la sección de la IV Internacional en el Estado Español" . En diciembre de 1972, por diferencias estratégicas, se produce una escisión que origina la aparición de la Liga Comunista (LC), que, a su vez, se escinde más adelante, dando lugar a la Liga Socialista Revolucionaria (LSR).
También en 1971, y de la mano del PC (ml), surge el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), grupo armado que tiene el propósito de derrocar al franquismo y expulsar al imperialismo yanki de España. En sus primeros años, despliega el FRAP una gran actividad en manifestaciones, propaganda, etc., pasando posteriormente a actuar como una guerrilla urbana con atentados y acciones terroristas contra las fuerzas del orden público, pese a que los ejecutores de las acciones son detenidos a las pocas horas. En 1975, en plenas negociaciones para la renovación del contrato de las bases militares norteamericanas en España, el FRAP asesina a varios policías armados, siendo detenidos los autores de estas muertes, y sospechándose en algunos sectores de la extrema izquierda la posibilidad de que la CIA controle a este grupo terrorista. Sea como fuere, el resultado es que después de la provocación terrorista, las bases norteamericanas terminaron arrendándose en la cuarta parte del precio solicitado por el Gobierno español...
En junio de 1973, la Organización Marxista-Leninista de España (OMLE), que tiene su origen en una escisión producida cinco años atrás en el PC(ml) y a la que posteriormente se incorpora algún tránsfuga del PC(i), celebra su I Conferencia Nacional. En su análisis político, la OMLE juzga la situación de España como
"un volcán a punto de hacer erupción" debido a
"una enorme carga revolucionaria" que
"aboca a la sociedad española a una profunda crisis revolucionaria". Esta conferencia juzga que el nombre de OMLE "se nos ha quedado estrecho" y proponen la
"celebración del Congreso Reconstitutivo del Partido, como la auténtica organización de vanguardia marxista-leninista del proletariado español". Hay, pues, que reconstituir
"el gran partido bolchevique de masas" porque los carrillistas son "el principal agente de la oligarquía infiltrado en la clase obrera y el pueblo".
En enero de 1975, en la segunda reunión del Pleno de Comité de Dirección, la OMLE comienza ya a darse el nuevo nombre de Partido Comunista de España reconstituido, el PCE(r),
"en un nuevo intento de constituir el auténtico Partido Comunista de España, verdadera vanguardia del proletariado y fiel a la doctrina marxista-leninista". En ese mismo año crea su brazo armado, los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), organización terrorista que se haría famosa por los asesinatos de policías y los secuestros de Antonio María de Oriol y el teniente general Emilio Villaescusa. Es su I Congreso, el PCE(r) señaló como sus tareas principales el desenmascarar al oportunismo carrillista, luchar contra el fascismo hasta derrocarlo (mediante la lucha armada) e instaurar un Gobierno Provisional Revolucionario.
En agosto de 1974, el PC (i) critica a la Junta Democrática, tachándola de artilugio montado por los monopolios y proponiendo a cambio las "Asambleas Populares". En septiembre, sigue opinando que
"la Junta pretende librar al gran capital y al poder fascista de las convulsiones sociales, es decir, de la revolución". En octubre se celebra el Pleno del Comité Central del PC(i) y, con gran sorpresa de sus militantes, éste organismo toma el acuerdo de ingresar en la Junta Democrática. En noviembre, según sus dirigentes,
"la Junta es una fuerza democrática. Por esta razón existe una base sustancial de coincidencia frente al fascismo". Los ánimos están bien dispuestos, pero el PCE no quiere que exista un partido con siglas parecidas a las suyas y aconseja al PC(i) que cambie de nombre si quiere ingresar en la Junta. En febrero de 1975 se convoca la I Conferencia del PC(i), donde
"se aprueba el cambio de nombre del partido, por el de Partido del Trabajo de España (PTE)". Un mes más tarde, el PTE entra en la junta democrática.
Además de su viejo nombre, el PTE abandona también gran parte de la retórica y el verbalismo izquierdista que hasta entonces había cultivado, prescindiendo por completo del pensamiento maoísta, para considerar que antes de llegar a la dictadura del proletariado y a la construcción del socialismo, habrá una fase de lucha antifascista por las libertades democráticas que, en una segunda etapa, pasaría a ser de lucha monopolista y anti-imperialista, cuyo triunfo daría lugar a la República Democrática Popular.
En 1976 prosiguieron las escisiones. Procedentes del PCE, diversos grupos de Galicia ("Información Obrera"), Zaragoza ("Larga Marcha") y Barcelona ("Lucha de Clases") se fusionan, dando lugar al Partido Comunista de Unificación (PC-u), dirigido por Ángel Yagüe. A finales de aquel año, la OCE(BR) sufre una escisión de la que surge el Partido Comunista Unidad Roja (PC-UR).