Donde las dan las toman, no lo olvideis. Aunque solo sea por ver cómo argumentan los defensores del nazi-onalismo y unidad catalana, valdria la pena que se consumase. Ya puestos una autonomía más o menos ni se notaria.
El Valle de Arán amenaza con independizarse de Cataluña.El Vall d’Aran, el territorio más occidental de Cataluña, ubicado en pleno Pirineo -donde se asienta la estación de esquí Baqueira Beret-, está dispuesto a independizarse de Cataluña si sigue adelante el anteproyecto de la Generalitat de incluir esta comarca dentro de la “veguería” del Alt Pirineu. El Gobierno catalán aprobó ayer la nueva división territorial de Cataluña, una vieja aspiración de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El territorio rebelde, sin embargo, está dispuesto a pedir oficialmente la independencia si el presidente José Montilla no da marcha atrás.
Esta nueva división territorial divide a la comunidad en siete “veguerías”: Barcelona, Camp de Tarragona, Lleida, Girona, Terres de l’Ebre, Catalunya Central y Alt Pirineu i Aran. “La postura del Consejo General de Aran es que estamos en contra de cualquier división que no sea la nuestra”, señalaron a El Confidencial fuentes oficiales de este organismo. Pero van más allá: “Si Cataluña no acepta nuestra singularidad, buscaremos otros medios para que se nos reconozca. Estamos dispuestos a acudir a las Cortes de Madrid y, si es necesario, recurriremos a estamentos europeos”. Este territorio tiene lengua propia, el aranés, reconocida oficialmente por la Administración.
El valle pirenaico siempre había sido receloso con las políticas dictadas desde Barcelona, pero ahora este recelo se ha acrecentado, ya que no quiere formar parte de ninguna “veguería”, sino constituirse en “veguería” propia con voz y voto. “El Gobierno de la Generalitat nunca nos ha pedido nuestra opinión y tampoco lo ha hecho ahora -dicen las fuentes consultadas-. Pero que sepan que desde la sociedad aranesa no está mal visto que nos independicemos de Catalunya. Lo que es una contradicción es que sectores independentistas catalanes no acepten nuestro hecho diferencial y que nos nieguen este derecho”, se quejan las mismas fuentes.
División en el PSC
El Síndic d’Aran y diputado del PSC, Francesc Boya, es crítico con la implicación personal de José Montilla, su jefe de filas, en el proyecto. Para Boya, ha sido precisamente el presidente de la Generalitat quien ha avivado el fuego del independentismo aranés. “Si no se nos escucha y no podemos defender los derechos de nuestro país de otra manera, pues quizás sí que pedimos la independencia”, declaró el dirigente socialista.
Para el síndic, “Cataluña debe ser consciente de que no se puede diluir la Vall d’Aran dentro de una provincia” y que “si la ley no cambia, iremos a Madrid al igual que lo ha hecho Cataluña para defender sus derechos históricos”.
Las reflexiones realizadas esta mañana por Boya fueron respondidas inmediatamente por el consejero de Gobernación de la Generalitat, el republicano Jordi Aus s, que declaró al respecto a la televisión autonómica catalana que “algunas de las afirmaciones del síndic me han sorprendido”. Aus s señaló también que “la ley expresa de manera explícita el respeto al régimen de Aran y establece que tendrá una relación bilateral con el Gobierno”.
Ceder a esta reivindicación histórica de ERC le puede costar más de un quebradero de cabeza a Montilla. La ley también cuenta con la oposición del alcalde de Lleida, ngel Ros (PSC), que no está de acuerdo con la partición de la provincia en dos y que el Solsonès pase a formar parte de la Catalunya Central. Según Ros “es más razonable el modelo que ha funcionado hasta ahora”. Sin embargo, desde la Diputación, en manos de ERC, el partido que impulsó la división territorial, se valora positivamente.
En algunas comarcas del territorio, la nueva división tampoco ha sentado bien. Los ayuntamientos del sur de Barcelona exigen la creación también de la “veguería del Penedès”, mientras que ciudades como Reus, Vic o Ripoll han visto cómo quedaban diluidas dentro del nuevo organigrama.
Críticas de la oposición
La oposición, por su parte, se ha echado en tromba contra el proyecto. El portavoz de Convergència i Unió (CiU), Oriol Pujol, destacó que “han querido llevar este proyecto al Parlamento con calzador para que no digan que no lo han presentado”. Pujol advirtió que con esta ley en ningún caso debe crearse una nueva división administrativa “porque nadie lo entendería en un momento de crisis económica”, aunque el Estatuto prevé que las “veguerías” deben sustituir a las Diputaciones.
El PP, por su parte, acusó a Montilla de abrir la confrontación electoral “por contentar a ERC”. Dolors Montserrat, portavoz de esta formación en el Parlamento autonómico, señaló esta mañana que el anteproyecto de ley “es una cortina de humo” y reclamó al Gobierno que se dedique a abordar temas que interesen más a los ciudadanos, como el de buscar soluciones contra el paro o dar apoyo a las pymes. Y fue contundente: “Un proyecto de estas características, tan importante, a cinco meses de que se acabe una legislatura nos parece impresentable”. El portavoz adjunto del PP, Josep Llobet, añadió que es preciso un debate sereno sobre el asunto y enfatizó que el proyecto de ley llevado a la Cámara “no responde a las necesidades de los ciudadanos”.
Tanto o más contundente fue esta mañana la portavoz de Ciutadans, Carmen de Rivera, que aseguró que “el Tripartito está llevan a Cataluña a la ruina” y que, junto a otras medidas como la Ley de Cine o las multas lingüísticas se está gobernando “de espaldas a la realidad”.