Una vez en clase de inglés me tocó leer en alto y en castellano un párrafo de una traducción y en el punto donde ponía "champagne" decidí denominarlo "vino espumoso". De hecho había mirado las posibilidades de traducción de esa palabra al castellano cuando me puse a ello.
Sin embargo, el señor Profesor Titular de Inglés Técnico licenciado en Filología Inglesa, me interrumpió cuando solté "vino espumoso" y además de reírse a mi cara y ridiculizarme delante de mis otros 80 compañeros, se propuso hacerme "jaque mate". Me acuerdo perfectamente de la conversación porque desde entonces nos cogimos un asco tremendo:
- ¿Y dices que en tu diccionario (aún no existían traductores en Internet) te traduce "champagne" como "vino espumoso"? ¿Qué diccionario es ése?
- No, dice que el equivalente es "champán".
- ¿Y qué problema tienes en utilizar lo que ahí te pone?
- En que no es la palabra más adecuada en castellano para referirse a ese tipo de bebida pues en el texto se refiere al proceso de producción y "champán" es la bebida producida en una región concreta: Champaña.
- ¿Y? Yo siempre he oído "champán" y "cava". No sé tú, ni vosotros. Pregunta a ver ahí fuera quién sabe qué es eso de "vino espumoso". Es la primera vez que lo oigo.
- Pues también se le denomina "burbujas", según he leído, ya que esta palabra al igual que "vino espumoso" no hacen mención a ningún territorio como ocurre con "champán" o "cava".
- Jajaja. ¿Y dónde piensas llegar tú con esas traducciones? Anda, anda, no te líes tanto, que mira que te complicas; pon "champán" o "cava".
- Vale, sí, lo que tú digas...
- ¿Qué? ¿Cómo dices?
- Que no estoy de acuerdo; no es la palabra más adecuada y esto es una traducción técnica.
- ¿Cómo? ¿Me vas a discutir a mí cómo debo traducir "champagne"? Vamos, lo que me faltaba. Bla, bla, bla. No tengo tiempo para estar perdiendo con tus tonterías. Que termine de traducir tu párrafo otra persona y a ver si avanzamos.
El diálogo lo recuerdo realmente tenso, utilizando su veteranía para arrollarme en aquellas primeras clases novatas de la carrera. Qué decir a parte de que me dejó destrozado... ¡cómo me alegro que los que llegan ahora de la LOGSE les pongan en su sitio! Porque algunos profesores en la Universidad no valdrían ni para enseñar a las paredes.