Vamos a hablar de Clesa, porque hay mucha miga...
La empresa láctea Clesa tiene su sede en Madrid, aunque pertenece al grupo italiano Parmalat. Este grupo sufrió hace dos años un gran escándalo financiero con la falsificación de facturas, desvío de dinero...
El caso es que una de las pocas empresas rentables de Parmalat era la castellana Clesa y lógicamente, llevan dos años intentando venderla.
Clesa tiene pequeñas fábricas por todo el estado (Burgos, León...) pero la gran fábrica está en Leganés y, atención, esta fábrica acaba de ser vendida a... ¡ Méndez Pozo ! , el empresario y constructor burgalés dueño de un gran holding de medios de comunicación.
Lógicamente, Mendez Pozo pasa de la fábrica y lo que quiere, es construír viviendas en su terreno. Por este motivo, Clesa tiene 3 años para abandonar la fábrica y la empresa ha prometido construir, antes de esa fecha, una nueva en Getafe. Cualquiera se traga que una empresa que está en venta y con problemas económicos va a construir una nueva fábrica.
Esto significa que cuando pasen 3 años, los directivos se habrán comido la pasta que han sacado por vender la fábrica y la producción de la empresa estará bajo mínimos, con lo que Clesa dificilmente podrá crecer algo y se verá obligada a ser vendida a un coste rídiculo, ya que no poseerá su principal activo (la fábrica).
He aquí un ejemplo de lo que una multinacional puede hacer con una empresa que funciona bien. Y un ejemplo de como un especulador castellano tiene dinero para aprovecharse de una empresa pero no para acudir en su ayuda.
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