Bueno, pues habrá que hacer la crónica de la visita a Borobia... jeje. En la imagen, Borobia desde las eras:
Llegamos allí sobre las 12:10, y tras café y visita turística por el municipio, fuimos a la Iglesia, ya que Amparo García Otero cantó el Ave María desde el coro, con una voz... qué voz.
La Iglesia es obra del siglo XV, de los Condestables de Castilla, que tienen allí su sepulcro:
Tras ésto, bajamos al lugar donde se iba a realizar el acto castellanista, que, casualmente, coincidió con una feria de ganado que había en esos momentos:
Se ve que el pueblo está muy dividido, entre los comprados por la empresa minera y los que no se han vendido. Amparo cantó canciones de sus discos "Nadie es más que nadie" y "Castilla, mi corazón espera":
Dos de los temas que cantó:
Posteriormente, se pronunció el discurso escrito por Pedro de Hoyos para la ocasión, que tuve el honor de leer.
Después, comida en la casa de la prima de la concejala del PCAL en Borobia. Es sorprendente la hospitalidad de las buenas gentes de Castilla. Sin darles nada, ellos te abren su casa, te sientan a su mesa, y te tratan como si fueras de la familia:
El paisaje castellano, abrumador. Un viento frío y limpio. Fuerte. Éste es el paraje de El Tablado, donde Magnesitas de Navarra (MAGNA) quiere poner la mina. El monte asienta sobre los acuíferos de agua de boca que abastecen al pueblo de Borobia y al río Manubles, río compartido entre esa comarca de Soria y el oeste de Aragón, por lo que su contaminación con residuos de metales pesados podría suponer un desastre medioambiental de primera magnitud:
Visitamos, tras llenar el estómago, una antigua mina de ferritas que hay en las inmediaciones a Borobia. Al parecer en esta gran poza que es la mina de ferritas a cielo abierto, la empresa minera, al abandonarla, enterró grandes cargamentos de lindano, un elemento químico cancerígeno que está en algún lugar debajo de todo ese agua:
Tras visitar la antigua mina de hierro cerrada hace 10 años, emprendimos la vuelta a casa.