Buenas. Sobre la solvencia del sistema financiero español, aunque hay voces que plantean su viabilidad, también hay quien plantea que no existe información detallada y veraz de cuántos miles de euros pueden estar entrampados en la construcción, en hipotecas, etc. Por ejemplo, sobre el sistema de cajas se habló muy bien en un comienzo, y ahora resulta que se ha tenido que sanear, paso previo a su privatización, recurriendo una vez más al expolio de las cuentas públicas.
Aparte de esta cuestión, el principal problema en el estado español puede venir y está viniendo del progresivo incremento de la deuda soberana, que repercute directamente sobre el nivel de endeudamiento individual de cada familia, que está llegando a unos níveles ciertamente preocupantes.
Las medidas "aconsejadas" por la UE, el FMI y demás organismos internacionales van a continuar, ya que el estado español va a tener que continuar acudiendo a los mercados para financiar su gasto, y estos impondrán nuevas condiciones.
Y en ese sentido, las agencias de calificación de riesgo pueden seguir haciendo verdadero daño a nuestra economía.
¿Qué es lo que diferencia una situación de intervención al estilo Grecia o Irlanda de la situación en el estado español? Si no me equivoco, en estados que han sido intervenidos lo que se produce es un préstamo masivo de capital (una entrada en avalancha), ya que en dichos estados se había llegado a alcanzar una situación de colapso, en la que la banca nacional era incapaz a la hora de hacer frente a sus pagos y movimientos (porque no tenía margen de actuación), situación a la que se le venía a sumar las calificaciones de las agencias de riesgo, lo que llevaba al estado y a la economía en su conjunto a una situación de inviabilidad. Es decir, una economía como la de Irlanda o Grecia han sido intervenidas después de un proceso de acoso que es realmente el mismo que se está dando en el estado español. Y ese es el tema.
La intervención es una medida extrema que se adopta al final de un camino de largo acoso, pero esa situación de acoso por parte del capital financiero ya se está dando aquí. Y va a continuar.
Por eso a pesar de los datos aparentemente diferentes en cuanto a la solvencia de nuestro sistema financiero, la situación puede dar un giro en los próximos meses, debido a otros factores: como las medidas impuestas como garantía de pago, el nivel de endeudamiento soberano, y los niveles que impongan las agencias de calificación del riesgo.
Porque sobre todo hay que tener en cuenta que los capitales que han hecho negocio con Grecia, con Irlanda, que lo intentaron con Islandia, que lo van a hacer con Portugal, van a poner sus miras en un nuevo nicho de mercado: y eso es lo que es nuestra economía para el capital financiero especulativo, un mero nicho de mercado con el que hacer negocio. Prestar dinero es un gran negocio, no lo olvidemos. La voracidad del capital no tiene límites, y por eso, aunque respeto las opiniones que plantean que la situación aquí es diferente, no descartaría un nuevo vuelco en las próximas semanas o meses.
Alemania y Francia están saliendo de la crisis, entre otras cosas, prestando dinero a las economías más débiles. Los datos hablan por sí mismos. Y eso debería hacernos reflexionar.