Me apena que un importante número de ciudadanos confíen de buena fe en las sugerentes propuestas - y hasta razonables- que realizan en diferentes ámbitos los dirigentes de UPyD. Su decidida apuesta por la igualdad de todos los ciudadanos de España, la devolución de competencias al Estado mal gestionadas por muchas comunidades autónomas, la revisión en profundidad del Estado autonómico...son buenas ideas, pero siguen fallando en lo fundamental: es Castilla la principal víctima del aberrante mapa autonómico actual, y no hacen ni una propuesta en orden a demandar al menos la estrecha colaboración autonómica de las actuales comunidades de Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha; como al PP, PSOE e IU, no se les ocurre que los castellanos tenemos gravísimos problemas de despoblación, falta de infraestructuras y abandono económico, derivados en buena parte de mantener a toda costa la división de Castilla, pues la multiplicidad de cargos es un chollo para todos ellos en la amplia Castilla; ni se les pasa por la cabeza que nuestras tierras se deberían llamar Castilla la Nueva, Castilla la Vieja y León, La Montaña...Estos para todos ellos son nombres franquistas, pues son unos ignorantes de la historia de Castilla y unos acomplejados.