ESCOCIA | Triunfo arrollador
El nacionalista Salmond arrasa en Escocia y anuncia un referéndum independentista
Los sondeos anunciaban un triunfo por la mÃnima del independentismo. Pero los escoceses han dado una victoria arrolladora al partido de Alex Salmond y han allanado el camino a la convocatoria de un plebiscito sobre la independencia. La consulta por ahora no tiene fecha. Pero el entorno de Salmond la sitúa en la segunda parte de la legislatura, que concluye en mayo de 2015.
Los resultados finales no se conocerán hasta esta tarde. Pero el escrutinio apunta a un triunfo incontestable de los nacionalistas del SNP, que han logrado contener al laborismo y alimentarse del desplome de los liberal demócratas. El éxito cabe atribuirlo al carisma del primer ministro Salmond, que arrancó la campaña por detrás en las encuestas y remontó con un discurso moderado y presidencial. Pero también a las pocas luces del aspirante laborista, Ian Gray, que ha mantenido un discurso demasiado similar al de los nacionalistas y no ha sabido explotar los puntos débiles del nacionalismo escocés.
A la espera de que concluya el escrutinio, todos dan por buena la proyección del catedrático John Curtice, que augura unos mayorÃa absoluta para los nacionalistas y unos resultados terribles para los tres partidos nacionales. Según este modelo, el partido de Salmond lograrÃa 68 escaños: tres por encima de la mayorÃa absoluta y 21 más de los que tenÃa en el Parlamento saliente. Los laboristas mermarÃan hasta los 46 escaños: su peor resultado desde 1931. Conservadores y liberal demócratas encogerÃan hasta 13 y 6 escaños arrastrados por el desgaste de sus acciones de gobierno.
Salmond ha logrado lo que se antojaba imposible: reemplazar al laborismo como la fuerza hegemónica en el paisaje polÃtico escocés. Los laboristas perdieron anoche feudos que parecÃan inexpugnables. Algunos en los barrios obreros obreros de Glasgow, donde el partido habÃa ganado desde su fundación. El resultado es un fuerte varapalo para Ian Gray pero también para su lÃder nacional, Ed Miliband, al que muchos acusan de no haber peleado lo suficientemente la victoria.
Anoche el primer ministro Salmond sacó pecho por el triunfo y anunció que se propone reactivar su consulta popular sobre la independencia. "Espero que este resultado suponga el fin de la campaña del miedo en la polÃtica escocesa", proclamó crecido, "no quiero más insultos a la inteligencia del pueblo escocés". Se referÃa a la actitud de los tres grandes partidos británicos, que han bloqueado la convocatoria del plebiscito durante cuatro años y que ahora tendrán menos margen de maniobra para oponerse a los designios de los nacionalistas.
Salmond fue elegido primer ministro en la primavera de 2007. Desde entonces, intentó impulsar un referéndum sobre la independencia pero se lo impidió la aritmética parlamentaria. Gobernaba en minorÃa y la consulta no tenÃa el respaldo de ningún otro grupo parlamentario. Consciente de sus limitaciones, el premier lanzó lo que llamó "una conversación nacional". Un programa para testar la opinión de los ciudadanos que sus crÃticos censuraron como mera propaganda. La consulta no dio ningún fruto tangible y los nacionalistas le pusieron sordina al referéndum durante la campaña.
El sueño de la independencia no ha sido uno de los asuntos claves de estos comicios. Entre otras cosas porque Salmond es consciente de que sólo un tercio de los escoceses votarÃa a favor en un referéndum y que hablar de ello le harÃa perder votos entre los moderados.
Salmond es un polÃtico zalamero y camaleónico. Capaz de contentar a los sindicatos y a la patronal. De anunciar rebajas fiscales y extender la beneficencia del Estado. Los escoceses no pagan ni sus recetas ni sus matrÃculas universitarias y sus empresas disfrutan de ventajas que ponen los dientes largos a sus vecinos del sur. Pero estas condiciones no son el fruto de una buena gestión sino de las ayudas de los contribuyentes de Inglaterra. Un detalle que los nacionalistas se esmeran en omitir.
Al lÃder del nacionalismo escocés se le suele retratar como un buen estratega y ha demostrado por qué. Los comicios de 2007 los ganó a lomos del sentimiento de rechazo a la intervención en Irak. En éstos ha explotado la oposición a los recortes del Gobierno liberal conservador. Una mayorÃa absoluta le dejarÃa manos libres para convocar un referéndum sobre la independencia. Pero si éste se convoca, se antoja poco probable que los escoceses vayan a decir que sÃ.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/06/internacional/1304675246.html