Me gustaría matizar algunas cosas:
TC es un partido que únicamente mira los intereses de Castilla desde perspectivas reales. Nuestros estatutos pueden incidir en que nos consideremos nacionalistas por el hecho de reclamar diferentes CCAA como propias de Castilla y que rompería el esquema del regionalismo tal y como lo conocemos. Por lo tanto no somos regionalistas, pero tampoco unos excluyentes nacionalistas.
TC en absoluto es un partido burgués. De hecho allí donde hay necesidad de apoyo y siempre que sea posible con nuestros pocos recursos, estamos presentes. Y da igual si es una persona física, o si es una empresa. Lo importante es Castilla, sus gentes por ende. Y no podemos nadar contra corriente.
En Burgos a TC no se le tiene (o no creo) por un partido facha, más bien pudo durante un tiempo pesar la losa de haber roto un pacto con el PSOE y dinamitar el ayuntamiento de Burgos. Hubo un voto de castigo hacia el PP que le otorgó mayoría y a TC le restaron sus ediles. ¿Conclusión? Ya hemos pagado la novatada y el ejemplo más claro de que puede resurgir la fuerza del partido está en la mesa redonda hecha en Burgos sobre el patrimonio.
El pacto de Aranda no es un miramiento político o de siglas, si lo hicieron los compañeros de Aranda sería por que creerían que es lo mejor para su ciudad. Y en eso reside la libertad interna del partido, en que cada agrupación midiendo los intereses de su núcleo de habitantes, pacta con quien mejor pueda hacer las cosas, y quien mejor tolere su proyecto de gobierno conjunto.
Afortunadamente ni somos los hijos de la revolución comunista, ni tampoco los republicanos de EEUU y su feroz política capitalista. Tampoco somos un partido precisamente liberal o neoliberal como se llama ahora.
Es respetable tu visión, pero no se corresponde en absoluto con la realidad y más bien lo podríamos considerar como un intento de descalificación por no ser la madre de las izquierdas.