Añado, por introducir otro debate, que si el baloncesto a nivel de selecciones estatales me seduce poco, la liga ACB y todo el entramado de categorías inferiores directamente me repele. La liga ACB me parece artificiosa, un puro entramado comercial, mala imitación de las formas y costumbres yankis. Me lo vendan como me lo vendan a mi lo de que un equipo se denomine "Regal Barça" o "Leche Rio" ¡pasmate! por no hablar de los "exitos del Tau Cerámica", me produce urticaria y rechazo. Parece más el intermedio de una película de la Sexta que una competición deportiva.
Por no hablar de los nombres de algunos pabellones... el "Buesa Arena"... ¿¿¿arena??? Me da igual lo que sea... ¡yo quiero de lo mismo que fuma el que pone los nombres!
Todo ello sin salir de la ACB que se supone es donde está el nivel. Lo de las categorías inferiores alcanza el nivel de lo incalificable, desde hace una década no hay temporada en la que no sufran una reestructuración... se ve que organizar las cosas racionalmente con una sensata 2ª división y sucesivas era demasiado razonable para un deporte que parece gestionado por tarados, así que desapareció la 2ª división y nació un engendro llamado liga Española de Baloncesto Amateur.
Así se llamaba pero la convirtieron en el equivalente a la 2ª división. En años sucesivos se inventaron la LEB, que en un rpodigio de originalidad significa... Liga Española de Baloncesto... ahora resulta que había dos ligas españolas de baloncesto... pero no pasa nada... le pidieron eso que fuma al que pone los nombres y así todo resultó más lógico: la Liga Española de Baloncesto se convirtió en la categoría superior a la Liga Española de Baloncesto Amateur... todas ellas claro por debajo de la ACB.
Pero resultó que... ladrillazo mediante había unos cuantos equipos "profesionales" más por el mundo: así nació la LEB 2, es decir, La liga española de Baloncesto 2, que en realidad es la tercera categoría del baloncesto español y que esta por encima de la Liga Española de Baloncesto Amateur que empeó siendo la segunda y ahora es la cuarta categoría del baloncesto en España...
La cuarta... o la quinta... pero eso fue antes y despues de que el que pone los nombres repartiese otra ronda de lo que fuma. "¿LEB y LEB 2? eso suena casi sensato", debió pensar alguien entre calada y calada así que redenominaron y pasaron a llamarlas Liga Española de baloncesto Oro (que en realidad es la categoría de plata) y LIga Española de Baloncesto Plata, que es la de bronce, ambas por encima de la Liga Española de Baloncesto Amateur.
Pero había que redondear y hace unos tres años o así, aún nació una tercera categoría (que en realidad es la cuarta, llamada Liga Española de Baloncesto Bronce... A estas alturas la Liga Española de Baloncesto Amateur
hubiera debido ser redenominada a tenor de su prestigio y nivel en el ranking deportivo como "Bandas de Amigos Jugando al Baloncesto en un Gimnasio con Canastas" o algo así.
Pero no fue necesario porque el año pasado se cargaron la LEB Bronce.
Y no hemos hablado del vaivén en el número de equipos y del cachondeo en los ascensos y descensos, que parecen más definidos por una tómbola que por algo asimilable al mérito deportivo. Ni de las competiciones paralelas, ¡que cada categoría LEB tiene su propia Copa! Ni de las relacioens LEB ACB, porque de derecho la LEB es una primera división... al ser la categoría más importante de entre las organizadas por la RFEB... pese a lo cual funciona como una segunda división con ascensos y descensos a y desde la ACB, que es una competición privada y paralela pero funciona como una primera división... ¡El colmo del caos administrativo!
En resumen: es imposible establecer una tradición, es absurdo seguir trayectorias, hay tantos títulos paralelos que es titánico valorarlos y compararlos y cada categoría parece una taifa en la que un número variable de equipos compiten por objetivos no del todo claros para el aficionado. Un mundo en el que las desapareciones y refundaciones de equipos, la compra venta legal de plazas y la denominación variable de los clubes hace imposible el seguimiento por parte del aficionado.
Un absurdo pseudocomercial carente de lógica y orden que para mi roza el ridículo, que carece de interés deportivo y que al no generar una tradición más allá dle caos y la inestabilidad constante, dificilmente engancha a la gente.