Caso Urdangarín: es el momento de tirar de la manta.http://castilladespierta.wordpress.com/2011/12/08/caso-urdangarin-es-el-momento-de-tirar-de-la-manta/Cada día nos levantamos con noticias nuevas sobre las supuestas irregularidades que el yerno del Borbon, Iñaki Urdangarín, cometió desde el Instituto Noos.
Apropiación de fondos públicos, paraisos fiscales, tráfico de influencias, etc, toda una retahila de malas artes y delitos que por ahora no se han traducido en una imputación formal contra el miembro de la Casa Real, pero ya son varios medios de información que dan por segura dicha imputación, en el plazo de dos meses máximo.
Los medios de comunicación españoles, tan cortesanos y súbditos como siempre, se están apresurando a separar los delitos de Urdangarín de su esposa, la hija del Rey Cristina, y del propio Monarca.
¿Es posible que Cristina no supiera nada siendo a la vez miembro de varias de las empresas de su marido?Cuesta creer ciertamente.
Y la mejor parte:
¿Es posible que el propio Juan Carlos de Borbon tampoco supiera nada?Sobre este tema se ha pronunciado la periodista Pilar Urbano, manifestando que el propio Rey era conocedor de las actividades ilegales de su propio yerno desde hace años.
Si esto es verdad, es un escándalo en toda regla.
¿Cómo deberíamos tomarnos, que el Rey Juan Carlos, sabedor de los delitos económicos de Iñaki Urdangarín, no dijera absolutamente nada?
Desde
Castilla ¡despierta! creemos que ahora mismo es el mejor momento para investigar con luz y taquígrafos absolutamente todo de la Familia Real: partidas presupuestarias, regalos de amiguetes de dudosa catadura, patrimonio, trabajos remunerados, etc. TODO. Y que absolutamente todo, sea puesto a conocimiento de la opinión pública.
Es el momento de tirar de la manta, y por eso pedimos a jueces y fiscales, valentía para sacar todos los trapos sucios de esta institución. Hay que tirar de la manta caiga quien caiga.
Los jóvenes castellanos cada vez nos creemos menos la versión de la Familia Real campechana, austera y comprometida con el país.
Ese cuento ya no hay quién se lo crea.
