Analicemos las declaraciones de los representantes del PCAL y PCAS:
Delgado ha asegurado a Efe que los actuales cargos públicos del PCAL fueron elegidos con estas siglas y ha considerado que sería "poco ético" cambiar ahora de formación política y derivar hacia un nacionalismo "en detrimento de los intereses de Castilla y León".
En su opinión, lo "lógico" es seguir defendiendo los intereses de la comunidad de Castilla y León y no integrarse en un grupo que pretende representar a cinco comunidades: Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, La Rioja y Cantabria.
Que unos señores que militaron en TC-PNC nos vengan con estas milongas, es simplemente para troncharse de risa.
Entre los que han decidido darse de baja se encuentran algunos históricos castellanistas, como José Ignacio Delgado, alcalde de Caleruega y secretario regional del PCAL, quien considera que el partido ha derivado en su último congreso hacia «un nacionalismo excluyente», a la vez que pierde los intereses regionales que defiende el PCAL «por el que nos presentamos a las elecciones», recuerda.
Desde hace mucho tiempo ya hubo dos corrientes «muy claras», recordaba Delgado. Siempre ha pensado que «se podía convivir entre los que se sienten nacionalistas y los que no», como es su caso. Y de hecho, cuando se refunda el PCAL «con siete formaciones diferentes», así se intenta, pero el experimento salió mal. Por «respeto a nuestros votantes» y cargos y concejales, «no se puede dar la vuelta al nombre a los tres meses de las elecciones». La postura de mantener el nombre es «por honradez».
Sí, claro, por eso a los tres meses de las elecciones de 2007 él propugnó que TC dejara de ser nacionalista, y al año siguiente que dejara de ser "castellana" y "comunera", dando lugar al PCAL y a las alianzas con CI. Eso debe ser lo que él entiende por ética y respeto a los votantes.
Entre este grupo hay gentes como él que jamás fueron nacionalistas y lo reconocían abiertamente, y otros que decían ser nacionalistas hace cuatro años y que de la noche a la mañana dejaron de serlo.
Si de verdad hubieran sido integradores se hubieran definido públicamente como castellanistas para que nacionalistas y regionalistas se sintieran representados, pero no, se definían única y exclusivamente como regionalistas y atacaban el nacionalismo en todos sus comunicados y ruedas de prensa. A exluyentes no les ganaba nadie.
El secretario de Organización del PCAS, Luis Marcos, aseguró que su partido «no se opondrá que estos compañeros usen las siglas PCAL», a pesar de que son ‘propiedad’ del nuevo partido.
Pues yo sí me opondría. El PCAS debería ejercer su derecho sobre la propiedad de las siglas PCAL. Que los escindidos registren el PCAL Auténtico si quieren en el registro de partidos , o busquen acomodo en la URCL del falangista Moratinos, o en PCAL-CI de Pedro Arias, o ya puestos en el PRC del gran Revilla, ese castellanista pata negra ya desde los tiempos en que dirigía el sindicato vertical en Torrelavega, o que creen nueve partidos provinciales, que para algunos de ellos es garantía de éxito en esta tierra. Opciones no les van a faltar, aunque personalmente pienso que muchos de ellos podrían encajar en el PPSOE y en UPyD.
Totalmente de acuerdo.
Los que quieren permanecer en en PCAL, en mí opinión, deben ser expulsados del PCAS inmediatamente. Esa cúpula no creyó nunca en la Castilla Unida. Los del PCAL aceptan el actual mapa autonómico, - Castilla rota- lo cual quiere decir que no están por reunificar toda Castilla, vamos que siguen la linea del psoe-pp. ¡Cuánto tiempo perdido!
Quién no se opone a que se use PCAL es porque en el fondo está con ellos.
Lo que dice Gaya: soltemos lastre. Esto debió ocurrir ya hace años, pero entonces todos ibampos de bien pensados y ha tenido que haber renuncias a unir Castilla para que nos demos cuenta.
Si no quieren castellanismo, yo no quiero regionalismo, para eso ya esta URCL una forma descafeinada para no hacer nada sino mermar la ilusión de los verdaderos castellanistas.