Un fenómeno similar a este vivimos en Madrid los que apostamos por la bicicleta como medio de transporte urbano, hasta que surgió la llamada “bicicrítica” que se celebra el último jueves de cada mes en Madrid.
La bicicrítica, que no es realmente una manifestación sino una coincidente reunión de personas en bicicleta alrededor de la Cibeles sobre las 20:00h el día señalado y que luego dan una vuelta por las calles de la capital durante un par de horas, en Madrid, durante muchos años, se repetían periódicamente convocatorias que resultaban un estrepitoso fracaso, donde los escasos asistentes se miraban (o nos mirábamos) con cara circunspecta, reconociendo que éramos cuatro “mataos”. Luego volvías a oír que había una nueva convocatoria y no te quedaba ninguna gana de ir.
La bicicrítica un día superó los 100 ciclistas, a partir de ahí el número fue aumentando mes a mes de manera muy rápida, 200, 300, 500, 1000 y las últimas veces que asistí se hablaba de 2000, aunque no sé como está la cosa ahora, ya que hace tiempo que no asisto por motivos laborales.
Lo que quiero decir es que lo fundamental es romper la barrera del anonimato que es el abrigo que todo el mundo busca, salvo los miembros más activos y comprometidos, en esta o cualquier otra causa. Ese número en el que ya no buscas las caras de el de al lado, que pasa a ser una masa informe, aportas tu granito de arena y te vuelves a casa con tus problemas.
Lógicamente esta actitud será para muchos criticable e incomprensible, pero creo que es más o menos común en todas las causas y todo el mundo es importante y necesario, y más para el castellanismo, sin perjuicio de intentar que aumente el grado de compromiso de la gente.
La cuestión es que somos pocos y cobardes, aislados y dispersos en un territorio muy amplio. Uno se siente como un gay en la Castilla rural de los tiempos de Franco, donde encima es muy difícil llegar a la gente, que sabes que están ahí, pero no sabes muy bien donde. A veces, cuando asisto a un evento, tipo partido de futbol, pienso que estáis ahí, en la grada, que sois pocos, pero sois, 80, 100, quizá 150, y otros muchos que podrían serlo y no lo saben (lo sé porque yo fui de esos hace unos años).
En cualquier caso creo que para eso ya hay fechas en el calendario que pueden valer y salvo un poco Villalar, donde además se les va a dar bola a “otros”, no se puede decir que sean un éxito de convocatoria.