Santiago Carrillo, qué figura tan controvertida. Voy a intentar hacer un resumen desde mi punto de vista con la información que he leído sobre él:
Poco antes de la guerra del 36 comienza su carrera política en las Juventudes Socialistas. Llega a la cúpula y une su organización con las Juventudes Comunistas, creando las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), de acuerdo con Largo Caballero, líder del sector más marxista del PSOE, para una vez empezada la guerra y fascinado por Stalin y la URSS, entregar a las JSU al estalinismo y pasarse al PCE, traicionando su acuerdo con Largo Caballero y dejando sin juventudes al PSOE.
Paracuellos: La matanza sucede entre noviembre y diciembre del 36, cuando Madrid está a punto de caer en manos del bando franquista. Se concentra contra la intelectualidad derechista, mientras él era Consejero de Orden Público en Madrid. Siempre ha negado su responsabilidad en la matanza. Según los historiadores más rigurosos hubo unos 3.000 asesinados en las sacas de Paracuellos. Existen pruebas documentales que incriminan a Segundo Serrano Poncela, colaborador de Carrillo, que firmó "puestas en libertad" de presos asesinados. A la vista de los acontecimientos y del cargo de Carrillo, resulta poco creíble su versión de que no sabía nada de los hechos, y creo que como mínimo, podría acusársele de haber tenido conocimiento de las matanzas sin haber hecho nada para impedirlas. Cuando el cenetista Melchor Rodríguez fue nombrado Delegado de Prisiones en diciembre del 36, las matanzas cesaron.
1945: Se le acusa de ordenar desde el exilio el asesinato del militante del PCE en la clandestinidad en Madrid Gabriel León Trilla, sospechando que era un chivato de la Policía, aunque no debía serlo. Dos sicarios le citan en un descampado y le cosen a navajazos. Carrillo lo reconoce de manera velada en sus memorias.
1952: Se le relaciona con la detención por Policía franquista de Joan Comorera, seguidor de las ideas de Tito (un hereje para Stalin), que estaba intentando reorganizar el PSUC en la clandestinidad. Se especula con la posibilidad de que colaboradores de Carrillo en el interior filtrasen información para facilitar la detención del dirigente catalán. Comorera muere en la cárcel en 1958.
A la muerte de Stalin da un giro copernicano a sus ideas, promoviendo una estrategia de "reconciliación nacional" que casi le cuesta la expulsión del PCE. En 1960 sucede a Dolores Ibárruri en la Secretaría General del PCE e inicia un desestalinización del partido, pero como la cabra tira al monte, en 1964 expulsa a los críticos Jorge Semprún y Fernando Claudín.
1976: Durante la transición política promueve el abandono del leninismo por el PCE, renunciando totalmente a la vía violenta para acceder al poder o mantenerse en él, distanciándose del modelo soviético. Es lo que se ha dado en llamar "eurocomunismo", que formula junto a Enrico Berlinguer y George Marchais. Acepta el reconocimiento de la monarquía borbónica y de la bandera rojigualda como condición para la legalización del PCE, legalizado en abril de 1977, obteniendo 20 escaños y el 10% de votos en las elecciones de junio de ese año, un resultado muy por debajo de lo esperado, pues pensaba superar en votos al PSOE.
1982: Pasa de los 23 escaños de las elecciones de 1979 a sólo 4, después de haber purgado a Tamames, Almeida y otros dirigentes. Tras la debacle, dimite y promueve a Gerardo Iglesias a la Secretaría General, con la intención de manejarlo desde la sombra. Como éste no se deja, se enfrenta con él. En 1985 es apartado de la Dirección del PCE y crea su propio partido, el Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista. Tras el fracaso electoral del PTE-UC, que queda por debajo de la nueva IU y fuera del Congreso de los Diputados y del Parlamento Europeo, promueve su disolución y recomienda a su gente que se integre en el PSOE, aunque él no se integra, "mejor en la casa común de la izquierda que en el chiringuito de IU", llega a decir.
Desde entonces, participa hasta su muerte como analista político en los medios del grupo Prisa. Mantiene hasta el final una relación de amor-odio con el PCE-IU. De Anguita llega a decir que sus ideas son "un mesianismo rarísimo, mezcla de José Antonio y Lenin". Tras la era anguitista, deja de criticar tanto a IU.
Como ha dicho alguien, un personaje con luces y sombras (para mí más sombras que luces). Le reconozco inteligencia y análisis crítico, e intentos de apaciguamiento y reconciliación en la última etapa de su vida, pero hay periodos de su vida muyyyyyy tenebrosos, demasiado oscuros, que le convierten en un personaje ciertamente inquietante.
Mi principal fuente bibliográfica es "Historia oculta del PCE", del ex-militante del PSUC Joan Estruch, un libro que os recomiendo a todos.