Pues efectivamemte. Castilla hizo a España, España la deshizo y con ello se suicidó.
Es curioso como el independentismo baja cuando baja el apoyo al PP. Los que parieron la "Una Grande y Libre, los que parieron la uniformifad y la equivalencia Castilla-España.
España ni ha sido, ni será nación hasta que su significado nacional no sea la pluralidad y fraternidad por libre adhesión y autodeterminación, autodeterminación en sentido confluente, de los PUEBLOS ibéricos. No por obligación. No por echar candados sino por abrirlos. Soy castellano y nacionalista castellano y quiero poder votar en referendum que sí quiero compartir un Estado igualitario con los catalanes, los vascos, e incluso a quitar la anacrónica frontera portuguesa. Así se deben construir las naciones hoy día, no con guerras, matrimonios de reyes ni toros. El valor de España debe ser el ppder hacer converger voluntariamente a pueblos tan diferentes. No a oprimirlos. Y Castilla no merece el papel, ni voluntario (PP) ni adjudicado (por el nacionalismo periférico) de opresor máximo.
En mi opinión ese debe ser uno de los valores primarios del castellanismo. Mostrar que hay castellanos anticentralistas, sabedores de lo que es Castilla y orgullosos de su cultura (y no tan "ciudadanos del mundo" a la "PSOE" y totalmente a favor de la convergencia política voluntaria de pueblos afines.
Y por supuesto con clase, no como los incivilizados de Podemos.
Y para eso es esencial recuperar la idea de Castilla. La Vieja y la Nueva. Nada de inventos provocados, precisamente, por la socavación de la identidad castellana tanto por la derecha española (utilizándola como apisonadora para el resto) como por el rechazo que ha generado en la izquierda precisamente por ese uso que ha hecho la derecha española, ahora agrupada sobre todo en la organización caciquil, delictiva y antidemocrática conocida como PP.
Castilla es una parte importantísima del "problema español" y estaría muy bien, por aquellos mejor dados a la escritura, que se escribiera un manifiesto de consenso en ese sentido que pudiéramos firmar todos los que nos llamamos castellanistas. Hay que alejar a la parte más sensata de nuestra sociedad, del cuasifascismo pepero, y de las opciones cutres que ofrece la izquierda española.