c) Primeras elecciones y desorganización
El 5 de marzo de 1977 se constituyó el Rolde de Estudios Nacionalista Aragonés, la primera organización nacionalista aragonesa de la postguerra, en un momento en que las organizaciones de izquierdas seguÃan siendo ilegales y aún no se conocÃa como iba a desembocar el proceso de reforma polÃtica iniciado unos meses antes. En noviembre apareció el primer número de la revista Rolde.
A las elecciones que tuvieron lugar el 15 de junio de 1977, el PSA concurrió en coalición con el Partido Socialista Popular, lo que en la práctica significaba utilizar el nombre y el prestigio personal de Enrique Tierno Galván a cambio de casi nada. Los resultados obtenidos fueron muy positivos: 64.626 votos, lo que supuso el 9,86 % de los recibidos por candidaturas.
Sin embargo, conviene recordar que a la altura de 1977 un 9,86 % de los votos aragoneses era algo distinto de esa misma proporción diez o veinte años después. En estas últimas fechas, una representatividad como esa hubiese supuesto, trasladada al campo de las elecciones municipales y autonómicas, varios cientos de concejales, un notable grupo parlamentario y la posibilidad de conseguir -mediante pactos- un número elevado de alcaldÃas, asà como de estar (o influir) en el Gobierno de Aragón. Pero en 1977 nada de eso existÃa, y esa proporción significaba tan sólo estar presente con un £nico diputado en el Grupo Mixto del Congreso.
AllÃ, las posibilidades de llevar a cabo acciones diferenciadas, en un momento en que el consenso se habÃa impuesto como norma polÃtica, eran prácticamente nulas. Por ello, se explican perfectamente que las tendencias en pro de una unión bien con el PCE, bien con el Partido Socialista Obrero Español fuesen ganando terreno, y que en julio 1978 se produjese la fusión con este último, sin que muchos de sus más destacados dirigentes se integrasen en él. Algunos recuperarÃan más tarde las siglas (Emilio Gastón) y otros colaborarÃan con el PCE en las municipales de 1979 (Gonzalo M. Borrás, Eloy Fernández Clemente, José Antonio Labordeta, Guillermo Fatás).
En otro espacio del espectro polÃtico, cuando se produjo la transición las organizaciones reformistas carecÃan prácticamente de presencia en Aragón, siendo únicamente grupos diminutos. Tal vez el mayor fuese el Partido Social Demócrata Aragonés, integrado en la Federación Social Demócrata, que en su primera asamblea logró reunir a 18 militantes14.
En estas condiciones, los conflictos a la hora de formar las candidaturas de Unión de Centro Democrático no fueron una cuestión de -inexistente- lÃnea ideológica, sino de encaje de personas. Resulta difÃcil precisar hasta que punto el Presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Hipólito Gómez de las Roces, fue excluido o se excluyó. El caso es que su presentación en solitario, al frente de la Candidatura Aragonesa Independiente de Centro le permitió un cierto éxito electoral (37.561 votos, el 5,73 % de los recibidos por candidaturas, a pesar de que sólo se presentó en la provincia de Zaragoza), obteniendo un diputado y un senador (gracias a que UCD no concurrió al Senado en la provincia de Zaragoza).
La CAIC aparece como una candidatura extremadamente provincialista y conservadora, que en sus propuestas electorales se mostraba a favor de las centrales nucleares, de las bases americanas y de la integración de España en la OTAN. Su mensajes estaban dirigidos, por este orden, a los aragoneses, padres de familia, jubilados, minusválidos, agricultores y ancianos, sin que ninguno de ellos estuviese destinado a jóvenes y estudiantes, mujeres o trabajadores (15). En enero de 1978, convertidos en permanentes los apoyos conseguidos en las elecciones se creó el Partido Aragonés Regionalista (16).
El 10 de julio de 1977 tuvo lugar la constitución de la Asamblea de Parlamentarios de Aragón, que acordó por unanimidad redactar un Estatuto de AutonomÃa y someterlo a plebiscito del pueblo aragonés, y el 9 de abril de 1978 se constituyó la Diputación General de Aragón.
El 23 de abril de 1978 tuvo lugar una gran manifestación a favor de la autonomÃa. Como suele ocurrir en acontecimientos cuyo contenido es difuso (en ella no se defendÃa un modelo autónomico concreto), a la misma se unieron grupos tan dispares como el Partido Nacional-Sindicalista CÃrculos José Antonio y la Liga Comunista Revolucionaria -que si algo tenÃan en común- no era, precisamente, su aragonesismo- pasando por todo tipo de organizaciones. El propio hecho de la generalidad de planteamientos y disparidad de convocantes permitió que fuese un éxito de asistencia, reuniendo a 125.000 personas. Pero su escasa definición, permitió su fácil instrumentalización, ya que todas las organizaciones la presentaron como un éxito de su polÃtica.
d) El predominio del PAR. La lenta marcha
A la altura de la aprobación de la Constitución, en diciembre de 1978, el panorama aragonesista se reducÃa a una sola organización, regionalista y sumamente conservadora, el PAR, y a una militancia cultural dispersa, ubicada a su izquierda, que carecÃa de organización y proyecto polÃtico propio.
En estos años es cuando se produjo lo que podrÃamos denominar acumulación cultural, con un nuevo concepto en que parece natural la adopción de nombres aragoneses para las personas (lo que fue posible desde la promulgación de la nueva Ley de Registro Civil, el 4 de enero de 1977)17 y para los establecimientos, la recuperación de tradiciones, el interés por la lengua aragonesa... Todos estos hechos, que requieren un estudio en profundidad, son parte de una profunda transformación de la sociedad aragonesa.
Como elementos significativos, hemos de anotar la eclosión de lo aragonés en el mundo literario: la creación de colecciones de temas aragoneses por Guara editorial y LibrerÃa General; la celebración de las Jornadas sobre el Estado Actual de los Estudios sobre Aragón , organizadas por el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Zaragoza entre 1978 y 1982; la aparición de la Gran Enciclopedia Aragonesa, entre 1980 y 1982; la creación de premios literarios... Uno de ellos, otorgado por la editora de GEA, verÃa la luz en 1981 conteniendo el primer análisis monográfico del nacionalismo aragonés de preguerra (18).
El perÃodo estuvo marcado por el fracaso de la búsqueda de un espacio polÃtico propio para el aragonesismo de izquierda. A las elecciones generales de 1979 se presentaron los restos del PSA -liderados por Emilio Gastón-, con el PSDA, en una Coalición por Aragón, que alcanzó 19.237 votos (el 3,07 % de los recibidos por candidaturas), y llegó prácticamente rota a las municipales del mes siguiente. TodavÃa en octubre de 1982, los restos de esos restos (con algún refuerzo procedente del carlismo) alcanzaron los 6.861 votos (el 0,95 % de los recibidos por candidaturas), sin que entre ambas fechas llevasen a cabo actividades de importancia. En marzo de 1983 tuvo lugar su congreso de disolución.
En enero de 1980, la decisión de UCD de reconducir la autonomÃa aragonesa por la vÃa del artÃculo 143 (postura a la que su sumó el PSOE en abril) motivó una fuerte respuesta entre los sectores a la izquierda del PCE, que el 3 de febrero organizaron una manifestación con asistencia de de 5.000 personas, y más tarde constituyeron la Asamblea Autonomista de Aragón, con un programa genérico, que motivó que en junio de ese año se separase de ella el sector nacionalista, que constituir Izquierda Nacionalista Aragonesa(20), grupo más implantado que los anteriores, pero que también acabarÃa disolviéndose ante su ausencia de actividad.
En definitiva, el espacio polÃtico de la izquierda aragonesista se encontraba prácticamente vacÃo desde mediados de 1978, en parte por la incapacidad para elaborar una alternativa atractiva, pero también en gran medida por las dificultades impuestas por la administración: aunque el ya citado MNA se constituyó en diciembre de 1978, las continuas dificultades puestas para su legalización hicieron que ésta no se produjese hasta mayo de 1983.
Paralelamente a estos hechos, estaba teniendo lugar el proceso de elaboración del Estatuto de AutonomÃa de Aragón, entre diciembre de 1980 y julio de 198221. En este periodo £nicamente RENA, a través de su revista Rolde, mantuvo de forma continuada desde la izquierda posiciones crÃticas a la forma en que se llevaba a cabo el proceso a la vez que realizaba propuestas más avanzadas (22).
Por lo que respecta a Andalán, la aparición el 28 de mayo de 1982 de El DÃa de Aragón (que ocupó buena parte de su espacio y recibió a una gran parte de su redacción), repercutió muy negativamente sobre su calidad, entrando en una fase de deterioro que llevó a su desaparición a comienzos de 1987.
Tampoco el PAR se encontró fuera de esta tónica. A las elecciones generales de 1979 sólo concurrió por la provincia de Zaragoza, y en las municipales de este mismo año de los 287 concejales que obtuvo, 282 lo fueron por ella.

