La prohibición de abandonar ganado muerto en el monte propicia los ataques, cuando antes jamás lo habían hecho a animales vivos ICAL/DB Los vecinos de la localidad burgalesa de Villela, situada al noroeste de la provincia, expresaron su preocupación por los varios ataques de buitres a animales vivos que se suceden durante los últimos años. El último ocurrió el pasado viernes, 12 de mayo, cuando un buen número de estas aves atacó a una vaca que acaba de parir en el monte, matando tanto a la madre como al ternero recién nacido.
La alcaldesa de la localidad, Teresa Díez, confirmó que no es la primera ocasión en la que se producen ataques de buitres a vacas de esta explotación, compuesta por un centenar de reses al aire libre. Este tipo de sucesos no se conocían en esta comarca hasta hace unos años, cuando se prohibió el abandono de animales muertos en el campo, una medida tomada tras la crisis que desató el mal de las vacas locas. Y precisamente el ganado muerto que aparecía en el monte era el sustento fundamental de las aves carroñeras, que nunca antes habían atacado a loa animales vivos.
La alcaldesa de Villela llamó la atención a la Administración competente para que se facilite comida a los buitres, muy abundantes en esta zona montañosa limítrofe con la provincia de Palencia.
Los dueños de la explotación denuncian asimismo que no solo pierden el dinero que supone la muerte de dos animales sino que además tienen que hacer frente al gasto derivado de la contratación de un transporte para trasladarlo a un incinerador autorizado, cuya utilización también hay que sufragar.

