Siguiendo con mi labor de distendir el foro os cuento una anecdota real que le sucedió a mi cuñada que es ginecológa.
Entró en su consulta particular una chica aquejada de "molestias en la zona genital".
Mi cuñada después de rellenarle la ficha en la que puso que se llamaba Teresa, la mando pasar acompañada de la enfermera a la sala contigua para que se desnudara de la cintura para abajo.
Cuando la doctora entró en la sala, la chica ya estaba instalada en el potro bien espatarrada y con una sábana tapandola de la cintura para abajo. Mi cuñada, notó que la enfermera le hacia señas con las cejas, pero no le dió más importancia, así que metió la mano bajo la sábana dispuesta a hacer una prospección del útero. Cual sería su sorpresa cuando, en palabras de la doctora "mis dedos tropezaron con unos testículos más grandes que los del caballo de Espartero".
Mi cuñada no sabía si seguir palpando tan grandioso descubrimiento o retirar la mano y poner cara de susto.
Optó por sacar la mano, poner cara de poker y con el mayor aplomo del que fue capaz la dijo al travesti :"mira machote, tienes una inflamación testicular, pero pásate a que te vea un urólogo porque yo soy ginecóloga.